Catálogo
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¿Por qué tomarse la molestia de hacer elecciones?
Adam Przeworskiderecho y política
Por un medio ambiente sano
Cesar Rodriguez GaravitoLas cuentas pendientes del sueño americano
Cass Sunsteinderecho y política
"Son demasiados los ciudadanos que no tienen presente la medida en que su propio bienestar es producto de un sistema de gobierno que los beneficia todos los días", escribe Cass R. Sunstein, uno de los más respetados y prolíficos constitucionalistas de nuestro tiempo, quien sitúa su análisis en los Estados Unidos, pero ahonda sobre los problemas teóricos y prácticos de la aplicación de los derechos sociales y económicos en cualquier democracia. El 11 de enero de 1944, el entonces presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt pronunció ante el Congreso el que este libro considera "el discurso del siglo". Roosevelt hizo una defensa vigorosa de la intervención del Estado, afirmó que la libertad individual no podía existir sin independencia y seguridad y enunció una serie de derechos sociales y económicos que dieron forma a lo que se conoce como la Segunda Carta de Derechos, un texto de gran influencia a escala internacional que, paradójicamente, nunca fue incluido en la Constitución de los Estados Unidos. En este libro, Sunstein asesor estrella del gobierno de Obama y hoy profesor en la Universidad de Harvard recupera aquellas ideas renovadoras para examinar críticamente el modo en que los tribunales estadounidenses han resistido la aplicación de esos derechos y sostiene que el rol del Estado como proveedor de bienestar social y económico puede ser compatible con una sociedad y una cultura política que privilegien las libertades del individuo. En América Latina, donde la mayoría de las constituciones incluyen derechos sociales pero no es frecuente la reflexión teórica o crítica sobre su aplicación y alcance en las vidas de los ciudadanos, este libro está llamado a convertirse en fuente de inspiración y apoyo para juristas y expertos de otros campos de las ciencias sociales.
La sociedad de los cautivos
Gresham M. Sykesnueva criminología
La sociedad de los cautivos, escrita por un sociólogo estadounidense veterano de la Segunda Guerra Mundial y publicada por primera vez en 1958, fue y sigue siendo una obra fundante capaz de plantear con sencillez, sin tecnicismos académicos, verdades básicas del encierro penal y, por extensión, del orden social. Lectura ineludible para estudiosos de distintas áreas, despliega hipótesis de una vigencia sorprendente para identificar los grandes temas de la sociología de la cárcel y para revisar la función del castigo en el mundo contemporáneo. Durante tres años, Gresham Sykes visitó una cárcel de máxima seguridad en el estado de Nueva Jersey, ganándose la confianza de las autoridades, los custodios y los prisioneros. Atento a las complejas interacciones entre unos y otros, y a las jerarquías de la jerga carcelaria (los "comerciantes" que se aprovechan de sus compañeros a través de la violencia o el contrabando; los "lobos" o depredadores sexuales; las "ratas" que traicionan a sus pares; los "hombres verdaderos", respetados por todos porque contienen el conflicto con los directivos y construyen cohesión entre los reclusos), Sykes devela la magnitud de los daños que entraña el encierro y, como consecuencia, la inestabilidad y la fragilidad del orden carcelario. Así, demuestra cuán poroso y precario es ese supuesto "poder total" de la autoridad, y hasta qué punto su legitimidad no puede sostenerse en la pura coerción sino más bien en las relaciones informales, hechas de pequeños permisos y recompensas, entre los guardias y los prisioneros. La presente edición de este clásico, por primera vez a disposición de los lectores hispanohablantes, cuenta con un prólogo de Máximo Sozzo y una introducción de Bruce Western, especialistas en sociología del castigo, que restituyen el contexto y las claves de lectura de una obra que sigue alimentando el debate actual sobre la cárcel. E incluye además un epílogo del autor, quien traza un balance sincero y esclarecedor de su trabajo considerando el preocupante giro punitivo de las sociedades contemporáneas.
Controlar el delito, controlar la sociedad
Dario Melossinueva criminología
El castigo que recibe un delincuente ¿sirve para rehabilitarlo o para incapacitarlo? ¿O es más bien un mensaje dirigido a la comunidad para inhibir potenciales impulsos por apartarse de la ley (y de paso asegurarle al "ciudadano honesto" que esta existe)? El tipo de penalidad que caracteriza a una sociedad en un momento dado se traduce en las tasas de encarcelamiento, en el funcionamiento del sistema de justicia y en el tipo de población que habita las prisiones. A la vez, se cristaliza en las imágenes con que los medios, los políticos y los académicos presentan a los delincuentes, los desviados, los outsiders como verdaderos monstruos, como enemigos públicos o como síntomas de un mundo conflictivo e injusto. Por eso, hablar de cómo las sociedades y en especial sus élites piensan el delito y reaccionan frente a él es hablar de cómo se piensan a sí mismas, qué estilos y pautas de comportamiento valoran y cuáles deciden desechar o estigmatizar. Dario Melossi, un referente insoslayable en el campo de la sociología y la criminología, traza un recorrido histórico y conceptual prodigioso sobre las ideas acerca del delito y el control social, desde la vigilancia de los primeros panópticos hasta la "simpatía por el diablo" de los Rolling Stones como símbolo de rebeldía. La primera parte sigue los debates en torno a la organización política y la reacción social ante la delincuencia en la Europa decimonónica. La segunda analiza el surgimiento del concepto de control social en la primera "democracia de masas" los Estados Unidos de Norteamérica y la reconstrucción de las posteriores teorías sociológicas de la desviación en los dos primeros tercios del siglo XX. La tercera, más compleja y abierta, rastrea los acontecimientos del período actual desde comienzos de los años setenta, una etapa marcada por un aumento sin precedentes del encarcelamiento en los Estados Unidos y desarrollos en parte semejantes y en parte divergentes en Europa. Con un posfacio escrito especialmente para los lectores en lengua española, Controlar el delito, controlar la sociedad es la combinación perfecta de síntesis y elaboración teórica, fundamental tanto para quien desee introducirse en la historia de los saberes sobre la cuestión criminal como para los especialistas, que encontrarán puntos de referencia y disparadores para indagaciones futuras.
Castigar y asistir
David Garlandnueva criminología
Publicado originalmente en 1985 y traducido por primera vez al español, este libro se cuenta a la par de Vigilar y castigar de Foucault, y Cárcel y fábrica de Melossi y Pavarini entre los clásicos para pensar la historia de la penalidad y, a partir de ella, entender las formas que asume el castigo en las sociedades contemporáneas. David Garland pone el foco en el pasaje de la penalidad del siglo XIX a la del siglo XX: ese momento de transición entre un sistema que concebía a los infractores como individuos libres y responsables que, sin importar sus condiciones de vida, habían elegido apartarse de las normas, y un sistema que, al identificar las razones del delito en un orden social problemático que debe ser reformado, contempla, más que el castigo, la posibilidad de rehabilitar y corregir a los desviados. Buceando en los debates públicos de la época, los informes oficiales, los aportes de las entonces nuevas disciplinas como la psiquiatría o la criminología, Garland explica el surgimiento de lo que llamará "el complejo penal-welfarista", toda una serie de prácticas e instituciones específicas (desde las escuelas reformadoras e industriales hasta los asilos especializados para ebrios, desde la suspensión del juicio a prueba hasta los institutos para menores) que, entre el Estado y las organizaciones de caridad, se ocuparán de seguir los casos especiales: los jóvenes, los niños, los enfermos mentales, los alcohólicos, los discapacitados, los inaptos para el trabajo. En la trama de discursos de asistencia y control, esta reforma construyó su legitimidad, que recién entró en crisis en los años ochenta del siglo XX. Al analizar las formas de castigo en relación con el orden social y con las luchas políticas e ideológicas, Garland propone un trabajo fascinante y preguntas que tocan el presente: ¿por qué el programa reformista fracasó en su propósito de rehabilitar a los delincuentes y de prevenir el delito? ¿Hasta qué punto resignó su impulso inicial de cambio social para convertirse en un sistema de control burocrático y profesional de la criminalidad? ¿En qué medida obturó otras alternativas, ligadas a la redistribución básica de la riqueza y el poder, o a formas de previsión social basadas en derechos? ¿Cómo podría construirse hoy un sistema penal progresista que no caiga en las mismas contradicciones?
Extractivismo versus derechos humanos
Cesar Rodriguez GaravitoDerecho y desarrollo
Mariana Mota Pradoderecho y política
¿Por qué algunas sociedades logran mayor desarrollo que otras? ¿Hasta qué punto ayuda a promoverlo, en ciertos países, el correcto funcionamiento de la justicia y las instituciones? E incluso, ¿a qué llamamos desarrollo? ¿Es lo mismo que el crecimiento, o involucra también la discusión acerca de qué constituye una buena vida? En esta obra, verdadero manual del campo de estudios sobre "derecho y desarrollo", Michael J. Trebilcock y Mariana Mota Prado ofrecen una visión panorámica de las propuestas y la agenda de un enfoque novedoso y en constante expansión. En ese sentido, revisan concepciones que han sido objeto de acalorados debates políticos y académicos. Por ejemplo, las nociones de desarrollo vinculadas con el crecimiento económico, medible en términos del producto bruto per cápita, las que persiguen la reducción de la pobreza y la mejora en la calidad de vida, hasta llegar a las que buscan la promoción de capacidades para la libertad. Distinguen también las visiones institucionalistas -que defienden la centralidad de las normas, el derecho y las instituciones políticas- de aquellas que priorizan factores económicos, culturales y geográficos para explicar las diversas experiencias de desarrollo. Porque para los autores no todo depende de las instituciones consagradas en normas jurídicas formales, sino que además son decisivos los modos en que cada sociedad tramita sus conflictos y tensiones, ya sea entre Estado y mercado, entre ámbito público y privado, o bien cuestiones étnicas y de género. Así, analizando numerosos ejemplos de la región, nos guían por las más avanzadas propuestas de este campo. La colección Derecho y Política inaugura con esta obra un eje de reflexión acerca de la conexión entre el derecho, el desarrollo y la justicia, que sin duda contribuirá a instalar en el debate público y académico la necesidad de pensar el desarrollo en términos más densos y ricos, en relación con políticas de largo plazo y el respeto por los derechos humanos.
Las audiencias públicas de la Corte Suprema
María Jimena Sáenzderecho y política
La crisis argentina de 2001 afectó la credibilidad del sistema político y golpeó también, duramente, la legitimidad del máximo órgano del Poder Judicial. El proceso de renovación que se inició entonces implicó cambios en el elenco de jueces de la Corte Suprema así como una serie de reformas destinadas a reforzar el vínculo de la justicia con la ciudadanía y a difundir una nueva imagen de ese tribunal, para dotarlo de mayor transparencia de cara a la sociedad. Entre esas reformas, la práctica de las audiencias públicas fue el eslabón clave, porque prometía dar voz y visibilidad a los principales afectados por ciertas causas la contaminación del Riachuelo, la sobrepoblación carcelaria, la Ley de Medios y abrir el camino para una transformación institucional más amplia. En este libro, Miguel Benedetti y Jimena Sáenz ofrecen un estudio fino, riguroso, exhaustivo, de las audiencias celebradas por el Máximo Tribunal entre 2004 y 2014, en el marco de un interrogante decisivo: ¿hasta qué punto esa práctica innovadora modificó el proceso de toma de decisiones judiciales? ¿Cuánto de su potencialidad como herramienta de democratización resultó atenuada por la discrecionalidad del tribunal, el excesivo formalismo o la preeminencia de las voces de los expertos técnicos? Desde un enfoque atento al detalle, el análisis no se circunscribe al "día en la Corte" sino que reconstruye todos los pasos del antes, el durante y el después: qué causas eligieron los jueces para convocar audiencias, cómo se desarrollaron qué lugar hubo para el intercambio y la improvisación, quiénes pudieron efectivamente intervenir, y cómo impactaron sobre la decisión final del tribunal. Al volver visible el quehacer de la Corte, este trabajo echa luz sobre un universo de enorme riqueza. Y al explicar los riesgos que pueden derivarse del uso inapropiado de las audiencias, cuando no se regulan debidamente o cuando preservan márgenes de arbitrariedad, sienta las bases para discutir y mejorar con propuestas una práctica fundamental de democratización de la justicia y las instituciones.
Castigar al prójimo
Roberto Gargarellasociología y política
Más allá de la igualdad formal ante la ley
Roberto Sabaderecho y política
Abuso sexual y vestimenta sexy
Duncan Kennedymínima
Sobre el castigo
Antony Duffderecho y política
¿Qué es y para qué sirve la filosofía política?
Adam Swiftderecho y política
Juicio a la exclusión
Cesar Rodriguez Garavitoderecho y política
Juicio al mal absoluto
Carlos Ninoderecho y política
Por una agenda progresista para el sistema penal
Fernando Gauna AlsinaDerecho, moral y política
Carlos Ninoderecho y política
Por una justicia dialógica
derecho y política
Delincuencia y deriva
David Matzasociología y política serie rumbos teóricos
Por qué algunas cosas no deberían estar en venta
Debra Satzderecho y política
¿Usted también, doctor?
singular
Por una vuelta al socialismo
Gerald Cohenderecho y política
No sólo su merecido
John Braithwaitederecho y política