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Resistencia e integración

Daniel James
hacer historia
$32,990
El movimiento sindical peronista ha sido un actor crucial en el drama de la historia de la Argentina moderna. Los sindicatos fueron el pilar fundamental del gobierno derrocado en 1955, y entre ese año y 1973 se revelaron como los principales interlocutores entre la sociedad civil y el poder político. A la hora de analizar su rol, gran parte de los historiadores atribuye a la dirigencia sindical pactos y negociaciones corruptas y una sistemática traición a sus bases. Por el contrario, se le adjudica a la clase trabajadora una extrema pasividad al servicio de esos dirigentes, o bien una idealizada estructuración en pos de sus propios intereses. Estos presupuestos han impedido explorar la especificidad de la experiencia histórica del movimiento obrero, y su relación con la ideología peronista y con sus líderes sindicales. Resistencia e integración recupera la perspectiva de los propios actores a través de documentos, diarios y entrevistas con participantes en los gremios durante ese período. Así, explica la identificación de los trabajadores con el peronismo, la resistencia a los regímenes militares, el sector vandorista y su disposición a apelar al matonismo y la violencia para evitar los desbordes de la movilización, las rebeliones sindicales en el interior del país y el surgimiento de las agrupaciones armadas, entre otros temas centrales. Originariamente publicado en español en 1990, este libro magistral se ha convertido en un clásico sobre el tema. Daniel James, quien estudió durante años la política argentina, combina el análisis de las fuerzas socioeconómicas y de los factores políticos e ideológicos con una novedosa percepción de las experiencias vividas en el proceso de reconstrucción de la cultura de los trabajadores. De ese actor decisivo de nuestra historia contemporánea, la clase obrera, ofrece una sugestiva imagen, a la vez compleja, matizada y de extraordinaria vigencia.

El gaucho indómito

Ezequiel Adamovsky
hacer historia
$26,490
Hace más de cien años que la figura del gaucho –encarnada en Martín Fierro– es el emblema central de la argentinidad. Hay algo desconcertante en eso: ¿cómo puede ser que nuestro héroe nacional sea un resentido con problemas de bebida que asesina sin razón a un compatriota? ¿Asegura la identificación con el Estado un matrero que descree de las leyes? ¿Alienta el progreso un personaje que se refugia en las tolderías? ¿Invita a la unidad nacional un gaucho que habla pestes de los inmigrantes? Como símbolo nacional, el Martín Fierro hace ruido, funciona mal. Interrogando este hecho insólito, Ezequiel Adamovsky construye un relato histórico y un ensayo poderosísimo para pensar los conflictos irresueltos que marcaron nuestra constitución como nación y que ayudan a entender los antagonismos del presente. A partir de un recorrido exhaustivo por las obras del criollismo popular, que cuentan las hazañas o desventuras de personajes del mundo rural para hablar de sus valores y sus problemas –desde la gauchesca de tiempos de la Independencia, pasando por el Martín Fierro, los folletines de Eduardo Gutiérrez, el circo criollo, el canto de payadores y folkloristas, hasta la relectura de la historia durante el primer peronismo, cuando la figura del gaucho se asoció a la del cabecita negra–, Adamovsky revela la extraordinaria productividad cultural de las clases populares para expresar visiones disidentes y alternativas acerca de la nación. Frente a la narrativa que proponían las élites y el Estado –la imagen de una Argentina blanca, europea, porteña y letrada–, las obras del criollismo popular restituían el lugar de lo mestizo y lo moreno, y hablaban de las injusticias con los pobres, de la solidaridad entre los de abajo y de una comunidad víctima del abuso de los poderosos. Aunque las historias de matreros perdieron el lugar central que tenían hasta los años cuarenta, los usos de la figura del gaucho –apropiado por la izquierda y la derecha, por posiciones tradicionalistas y conservadoras o heréticas y rebeldes– atraviesan la historia reciente y llegan hasta hoy. Y explican en parte la incapacidad de las clases altas para lograr una hegemonía cultural y política. Impecable y filoso, este libro muestra que el gaucho es el mito imposible, prenda de unidad y al mismo tiempo síntoma de nuestros enfrentamientos políticos, de clase, étnicos y raciales.

Breve historia de la globalización

Jürgen Osterhammel
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$15,190
¿A qué llamamos “globalización” y cuándo comenzó? La pregunta parece sencilla, porque desde los años noventa del siglo XX el término aparece como el único disponible para dar nombre a una época marcada por pautas de consumo, estilos de vida y modos de comunicación más o menos uniformes. Pero este consenso apurado oculta el potencial polémico del concepto. Los apóstoles de la globalización celebran el inicio de una nueva era de crecimiento y bienestar luego de la caída del bloque soviético. Los adversarios vislumbran la dominación global del gran capital en detrimento de la democracia, los derechos de los trabajadores, los países pobres y el medio ambiente. Lejos de pensar la globalización como un movimiento irreversible, Osterhammel y Petersson la toman como “faro de búsqueda” para entender el mundo en que vivimos. Así, no ven un fenómeno estático que lo explica todo, sino un proceso hecho de “embestidas globalizadoras” y “desglobalizadoras” a escala mundial, de interacciones observables y rivalidades políticas que involucran Estados nacionales, empresas, grupos, individuos, y que producen ganadores y perdedores. En un formidable esfuerzo de síntesis, que les permite conceptualizar y periodizar pero también recurrir a ejemplos de la vida cotidiana, trazan una historia de las conexiones globales en función de su estabilidad y su importancia. Desde el 1500, con la construcción de los imperios coloniales portugueses y españoles, los viajes de exploración y las relaciones comerciales regulares, pasando por la densidad inédita de la economía mundial en el siglo XIX –al calor de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial–, y la era de crisis y guerras mundiales, hasta el orden posterior a 1945, con los Estados Unidos como potencia rectora, y la etapa que se abre luego de 1989. Atentos a las tensiones entre impulsos globalizadores y defensivos o proteccionistas, Osterhammel y Petersson se asientan en un minucioso recorrido para construir una obra de referencia imprescindible. Con un posfacio escrito para los lectores de habla hispana, en el que los autores reflexionan sobre la coyuntura incierta del siglo XXI, este libro aporta además una perspectiva necesaria para pensar el resurgimiento, luego de la crisis financiera de 2008, de populismos nacionalistas que vuelven a poner en entredicho la globalización.

Hacer la revolución

Aldo Marchesi
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$22,990
¿Cómo contar el ímpetu revolucionario de los años sesenta y setenta desde un tiempo que no es revolucionario? ¿Cómo capturar un clima de época radicalizado que todavía produce preguntas válidas en la discusión contemporánea? Siguiendo la trayectoria de militantes argentinos, chilenos, uruguayos, brasileños y bolivianos, Aldo Marchesi estudia el nacimiento y la expansión de una red de organizaciones de jóvenes militantes de izquierda que, al calor de la Revolución cubana y de la polarización ideológica de la Guerra Fría, promovieron la violencia política y las estrategias transnacionales como únicos caminos para alcanzar el cambio social. Entre la llegada del Che Guevara a Bolivia en 1966 y el golpe de Estado argentino en 1976, una oleada de movimientos de la nueva izquierda –el PRT y luego el ERP en la Argentina, Tupamaros en Uruguay, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria en Chile, el Ejército de Liberación Nacional en Bolivia–, escindidos del socialismo y el comunismo o provenientes del trotskismo y el anarquismo, empezaron a organizar encuentros de solidaridad y coordinación regional. Estaban convencidos de que la izquierda tradicional era incapaz de generar situaciones revolucionarias y de resistir el avance del autoritarismo y la hegemonía estadounidense en América Latina. Así, confiaron en la lucha armada y construyeron repertorios de protesta y de acción colectiva novedosos, como la táctica de la guerrilla urbana o el exilio –en el Chile de Salvador Allende, en la Argentina peronista entre 1973 y 1976– como parte de una estrategia de lucha continental. Desde un enfoque originalísimo que lo convierte en una obra de referencia actualizada sobre el tema, Hacer la revolución ofrece piezas nuevas, decisivas, para entender la historia de la izquierda, el surgimiento del autoritarismo en la región, y el papel activo de las periferias en los países centrales. Porque no sólo cuenta los años de la épica revolucionaria, los años del fracaso y el repliegue, y el tiempo de la adaptación a la nueva coyuntura democrática, cuando las preguntas por la igualdad y el socialismo siguen vigentes, sino que además revela el lugar que ocupó el Cono Sur –sus figuras icónicas, sus debates, sus opciones políticas– en la revuelta global de los sesenta.

La vida cotidiana durante el estalinismo

Sheila Fitzpatrick
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$34,490
Este es un libro acerca de la vida en la Rusia urbana en el apogeo del estalinismo. Trata de viviendas comunitarias atestadas, de esposas abandonadas y esposos que no pagaban los alimentos de sus hijos, de falta de comida y ropa, de colas interminables que consumían la jornada de las amas de casa. Trata de la queja popular ante estas condiciones y de cómo reaccionó el gobierno. De los laberínticos trámites burocráticos que convertían la vida cotidiana en una pesadilla, y de las formas en que los ciudadanos de a pie intentaban eludirlos, entre ellas el sistema omnipresente de influencias y conexiones personales. Trata de lo que significaba ser un privilegiado en la sociedad estalinista, o uno de los tantos millones de marginados o parias. Trata de la vigilancia policial y las epidemias de terror. Con una narrativa vívida, exacta y coral, y con una destreza deslumbrante para reconstruir toda una época, Sheila Fitzpatrick revela cómo, entre fines de los años veinte y comienzos de los treinta, al calor de los planes de industrialización rápida y la colectivización de la agricultura, se produjo una desarticulación social masiva, con el desplazamiento de millones de campesinos a las ciudades y el pasaje de una economía de mercado a una basada en la planificación estatal centralizada. El Estado se convirtió en un regulador incansable de la vida y en el único distribuidor de bienes. Surgió así el Homo Sovieticus, una especie cuyas habilidades más desarrolladas incluían “cazar y recolectar” en un entorno urbano marcado por la escasez. Para eso movía contactos; era un operador, un oportunista, pero por sobre todas las cosas un sobreviviente. En el marco de un Estado revolucionario que lideraba el derrumbe de las viejas jerarquías y los viejos valores, muchos –en especial la juventud urbana y los jóvenes campesinos escolarizados que accedían a posiciones antes reservadas a una élite– aceptaron el sacrificio porque veían en el socialismo un proyecto modernizador y un horizonte utópico, la única vía para superar el atraso y alcanzar el porvenir. Atendiendo a las vicisitudes de una vida cotidiana atravesada por la excepcionalidad y los sobresaltos, pero también a los “relatos” que circulaban entre los ciudadanos para darle sentido a la dificultad extrema, Sheila Fitzpatrick ha escrito un libro fascinante sobre las estrategias de las personas comunes, entre la desesperación y el cálculo, entre la victimización, la pasividad y las convicciones genuinas.

¿Cómo pensaron el campo los argentinos?

Roy Hora
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$20,590
La Argentina respira campo. Es el país de las grandes estancias. Del gaucho, el trigo y la soja. Y aunque la vida urbana concentre las aspiraciones de la mayor parte de los argentinos, y la experiencia de lo rural se vuelva cada vez más indirecta o tome la forma del interés turístico y gastronómico, durante más de cien años el campo ocupó un lugar protagónico en el debate nacional. En el centro de esas discusiones estaba la gran propiedad, el latifundio, que fue impugnado una y otra vez como un obstáculo para construir un país moderno e integrado. A partir de las voces de intelectuales, políticos, economistas y expertos en temas agrarios, Roy Hora recorre con maestría los hitos de ese debate crucial. Y muestra que las ideas sobre el campo reflejan los grandes dilemas y climas de época que atravesaron nuestra vida pública: desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los años setenta del siglo XX, el latifundio fue percibido como un impedimento para afianzar las instituciones políticas, lograr mayor igualdad social o industrializar el país. Sin embargo, más allá del ruido y la furia de esas impugnaciones, sostiene que todas estaban inspiradas por una utopía común: la pequeña propiedad familiar, defendida por todo el arco político-ideológico, comenzando por los liberales y los conservadores, y siguiendo con los socialistas, los radicales y los peronistas. Pero este libro no sólo traza una historia pasada. De cara a las discusiones del futuro, registra cómo se transformaron nuestras visiones sobre el campo desde la década de 1970, cuando se abre una etapa de profundización del desarrollo capitalista, aceleración del cambio tecnológico y nuevos modelos de negocios. ¿Cómo pensaron el campo los argentinos? propone así un recorrido fundamental, que vuelve sobre el conflicto de 2008 por las retenciones móviles hasta llegar al presente, para ayudarnos a entender, por fuera de estereotipos gastados (el gran estanciero, el chacarero explotado, la Argentina como granero del mundo), de qué hablamos hoy cuando hablamos del campo.

La Argentina como problema

Adrián Gorelik
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$21,790

A lo largo del siglo XX, intelectuales y escritores muy diversos han intentado dar con las claves de la cultura argentina, esos nudos problemáticos que permitirían explicar nuestros logros y nuestros fracasos sociales y políticos. ¿Era la concentración de la tierra en pocas manos el principal obstáculo para el desarrollo? ¿Era la asimetría entre Buenos Aires y el interior? ¿La resistencia de las élites ante el desorden de una inmigración caudalosa que reclamaba ciudadanía plena? ¿Una tendencia a conceder poder a caudillos personalistas? ¿O las pretensiones del "medio pelo argentino" y sus prejuicios respecto de los sectores populares? En La Argentina como problema, Carlos Altamirano y Adrián Gorelik proponen un recorrido por los temas que se sintieron y se pensaron como verdaderos dilemas, y que generaron disputas simbólicas y conflictos interpretativos capaces de atravesar la cultura argentina hasta hoy. Suerte de compendio o de biblioteca condensada de historia intelectual, este libro nos permite asomarnos al pensamiento social de todo un siglo. Los autores, un equipo de lujo que reúne a ensayistas de distintas disciplinas y generaciones, analizan el papel de la cultura y las élites en la construcción de la identidad, el lugar del liberalismo en el ideario fundacional del Estado, la democratización de la mano del yrigoyenismo, los cambios económicos, sociales y demográficos que dieron nacimiento a lo que José Luis Romero llamó la "Argentina aluvial", los personajes desde el gaucho Martín Fierro hasta Evita montonera que se han convertido en mitos y referencias ideológicas perdurables, los debates en torno al peronismo y la democracia. Obra de referencia y mapa de tradiciones intelectuales, de linajes y familias de pensamiento, este libro constituye una contribución enorme a la historia de las ideas, y en especial al desafío de inspirarse en ella para abrir preguntas: ¿cuáles son los "males" que marcan nuestra historia cultural y política? ¿Qué diagnósticos y qué remedios pueden pensarse? ¿Desde dónde afrontar la incertidumbre del futuro?


Músicos en tránsito

Matthew B. Karush
hacer historia
$10,990

Contra la idea de que la globalización conduce a una cultura homogénea, bajo la batuta estandarizadora de los Estados Unidos, Néstor García Canclini dijo alguna vez que hay muchas más oportunidades en nuestro futuro que optar entre McDonalds y Macondo. Las historias de músicos en tránsito que cuenta Matthew Karush en este libro muestran, precisamente, cómo algunos de los artistas más influyentes de la música popular argentina hicieron una carrera internacional y llegaron a públicos de Europa, Estados Unidos y otros países de América Latina, trabajando con creatividad esa tensión entre las demandas y limitaciones de un circuito comercial en manos de multinacionales y sus propias búsquedas estéticas e ideológicas. Karush reconstruye momentos reveladores, puntos de inflexión en las carreras de músicos que produjeron innovaciones artísticas y lograron éxito comercial, al tiempo que generaron maneras novedosas de conceptualizar su identidad nacional, regional y étnica. Cuenta las trayectorias en el exterior de Oscar Alemán, Lalo Schifrin y el Gato Barbieri, en particular sus vínculos con el jazz y el modo en que debieron adaptarse al casillero de música latina, confirmando estereotipos y a la vez explorando márgenes para la impronta personal. Analiza el itinerario de Mercedes Sosa, quien a principios de los años sesenta tuvo eco en un público reducido que apreciaba la poesía y la delicada música de sus temas, y se transformó en una estrella internacional cuando se reinventó como la encarnación de un indigenismo abstracto y el ícono de un latinoamericanismo revolucionario. Y el de Astor Piazzolla, que tomó como modelo el cool jazz norteamericano para transformar el tango en un género sofisticado acorde con la modernización de los sesenta y el nacionalismo cosmopolita que cultivaban las clases medias. En ese circuito de apropiaciones y reelaboraciones, los artistas crearon estilos y géneros híbridos (Sandro y la balada pop, Santaolalla y el rock latino), pero también maneras nuevas de representar la argentinidad. A través de un relato atrapante, atento a la riqueza de las historias personales, este libro es una pieza decisiva para entender la estructura jerárquica de la globalización y los procesos de construcción de identidades.


Los combatientes

Vera Carnovale
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$29,690

En 1965, un centenar de militantes funda el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Cinco años después, este funda el Ejército Revolucionario del Pueblo y se convierte en la principal organización revolucionaria de izquierda del país. Sin embargo, a comienzos de 1977, la organización ha sido prácticamente aniquilada. En Los combatientes, Vera Carnovale propone una novedosa aproximación al PRT-ERP, basada en un sólido trabajo de investigación. Por lo común, quienes asumen la perspectiva de los militantes suelen explicar la derrota de la organización por sus "errores políticos". La autora, en cambio, en lugar de constatar la brecha entre lo que se hizo y lo que debería haberse hecho, afirma que "los combatientes" actuaron de acuerdo con un conglomerado de formulaciones y creencias que impulsaba la acción armada, articulado con un puñado de mandatos morales irrenunciables por cuanto hacían a su propio ser revolucionario. Carnovale confronta los documentos del partido con los recuerdos de antiguos militantes, y combina un razonamiento riguroso, que desmonta las premisas del imaginario perretista, con una densa reconstrucción de su experiencia cotidiana. Analizando los aspectos centrales del universo partidario -como la marca de la Revolución cubana, la concepción del enemigo, el ideal del hombre nuevo o las formas de disciplinamiento interno-, Vera Carnovale logra articular una explicación rigurosa y apasionante de los actos de aquellos hombres y mujeres que hallaron en las consignas "hasta vencer o morir, por una Argentina en armas, de cada puño un fusil" el sentido total de sus vidas y de sus muertes.


La justicia peronista

Juan Manuel Palacio
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$19,390

A la hora de pensar los populismos clásicos latinoamericanos, y al primer peronismo entre ellos, las ciencias sociales suelen suscribir el "paradigma de la aberración": se trataría de regímenes autoritarios y clientelistas, que tendieron a despreciar las instituciones, la división de poderes y las leyes. Desde esta perspectiva, la frase misma "justicia peronista" constituiría una suerte de oxímoron. Este libro se propone desarmar esa presunción y ofrecer una mirada original del primer peronismo, atendiendo a dos aspectos casi inexplorados: su dimensión legal, en la que Perón aparece como un "gran legislador", y su despliegue en el ámbito rural. Así, analizando el edificio legal que fue construyéndose desde 1943 el Estatuto del Peón, las delegaciones regionales de la Secretaría de Trabajo y Previsión, la conformación de la justicia del trabajo, la ley de arrendamientos y la creación de las cámaras paritarias de conciliación y arbitraje y rescatando los registros de los juicios laborales que permiten oír el testimonio de trabajadores, campesinos y chacareros, Juan Manuel Palacio revela hasta qué punto las políticas judiciales del primer peronismo fueron una pieza clave en la implementación de su programa social, y un desafío al orden liberal anterior en un terreno que este consideraba propio. Y hasta qué punto también estas iniciativas estaban a tono con la renovación jurídica que, en la región y en el mundo, dio vida a los derechos sociales. Contribución decisiva a los estudios del peronismo y del Estado, esta obra tiene además una cualidad provocadora. Con un estilo limpio e incisivo, respetuoso de las fuentes y claro en el planteo de hipótesis y líneas interpretativas, Palacio no busca restituirle al peronismo ninguna pureza republicana, sino echar luz sobre una serie de derechos que este incorporó al corpus legislativo del país y que, para los sectores subalternos, determinaron tanto el acceso a la justicia como el modo en que se apropiarían a partir de entonces de esa "lluvia de leyes" que se descargó sobre ellos.


Historia social del fútbol

Julio Frydenberg
hacer historia
$20,790

Hubo un tiempo, los primeros años del siglo XX, en que el fútbol no era parte de la vida cotidiana de la mayoría de los argentinos: se jugaba en los colegios ingleses para fomentar la disciplina, e informalmente en algunos barrios por el gusto del desafío y el honor del vecindario. Entre esta primera etapa en que las canchas de los clubes no estaban en su zona de influencia (el club de Once tenía su cancha en Floresta o Devoto; el de Almagro, en Parque Chacabuco) y la efervescencia que llevó a que se popularizaran y sus hinchas fueran bautizados con provocadores apodos ("millonarios", "diablos rojos", "funebreros" o "leprosos"), el fútbol se convirtió en un espectáculo masivo, y los jugadores, inicialmente amateurs, se transformaron en cracks que brillaban en los medios, como Américo Tesorieri, Fernando Paternoster o Miguel Ángel Lauri. ¿Cómo se produjo esta transformación formidable, que hizo que un deporte creciera al ritmo vertiginoso de los barrios porteños hasta constituir un universo propio, caracterizado por el talento, la destreza y los rituales colectivos? En este trabajo excepcional y novedoso, Julio Frydenberg recorre la evolución del fútbol en la Argentina: cuáles fueron los primeros desafíos entre equipos rivales, los primeros "clásicos", cómo nacieron y crecieron los clubes, cuáles eran las prácticas de los dirigentes, cómo organizaban los torneos, cómo se relacionaba la vida cotidiana de los hinchas con el fervor de cada evento dominguero, cuál fue el rol de los medios en el surgimiento del espectáculo deportivo, qué formas adoptaba la violencia. Historia social del fútbol cuenta con maestría cómo ese deporte fue instalándose y creciendo hasta convertirse en la pasión de multitudes que es hoy.


Delincuentes viajeros

Diego Galeano
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$10,990

Entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX, en medio del vertiginoso proceso de modernización que atraviesan las principales ciudades de Sudamérica, los archivos policiales de Buenos Aires y Río de Janeiro empiezan a registrar, con alarma, la amenaza de los "delincuentes viajeros", un tipo de personaje especialmente difícil de detectar, veloz y con apariencia de gentleman, capaz de concretar con éxito robos y estafas sin ejercer violencia. ¿Quiénes eran estos ladrones de guante blanco? ¿Existieron más allá de las fantasías y las coartadas policiales? En una pesquisa tan rigurosa como apasionante en sí misma, Diego Galeano persigue esas biografías escurridizas, esas historias de individuos o de bandas que circulaban por el espacio atlántico con nombres falsos, documentos fraguados, ganzúas, llaves, navajas, valijas elegantes. Revisando documentación policial telegramas, retratos, álbumes fotográficos, fichas antropométricas y dactiloscópicas, rastros que atestiguan los pactos de cooperación y las redes de vigilancia transnacional, el autor reconstruye el modus operandi de los "ratones de hotel", los cuenteros del tío y los punguistas, verdaderos profesionales que operaban en los hoteles de lujo o se movían al amparo del anonimato en ciudades cada vez más populosas. Y revela también los esfuerzos de las policías que, recurriendo a las modernas técnicas de identificación y al canje de antecedentes e información, buscaban combatir a los malhechores con la menor burocracia posible. Contribución valiosa a la historia social de las prácticas delictivas y de la policía, este libro narra las deliciosas picardías de un puñado de ladrones viajeros, en una época de fronteras porosas y un intenso flujo de personas, papeles e ideas, a la vez que aporta una pieza nueva y necesaria a una genealogía de los mecanismos de control transnacional.


La revolución rusa

Sheila Fitzpatrick
hacer historia
$26,990

La historia de la Unión Soviética (1917-1991) se transformó de manera vertiginosa en las últimas décadas. Los historiadores, hasta hace poco limitados a usar la escasa información oficial, cuentan ahora con el valioso auxilio de los archivos, admirablemente conservados, que día a día se abren para la investigación. A la vez, el derrumbe del régimen soviético invita a mirar su pasado con una visión menos orientada a buscar en él la prefiguración del mundo futuro que a rastrear, en ese breve siglo de existencia, el desarrollo acelerado de procesos característicos de toda la historia occidental: la industrialización, la urbanización, la transformación agraria, el proyecto educativo y, sobre todo, la construcción de un Estado nacional. Sheila Fitzpatrick, una de las mayores especialistas en historia soviética, autora de estudios innovadores acerca del período estalinista, ha elaborado en La revolución rusa una síntesis comprensiva, sólidamente sustentada en los últimos avances historiográficos, en la que combina viejas y nuevas preguntas. Este libro intenta responder una de ellas: ¿cuándo terminó la revolución soviética? La historiadora elige el ambiguo lapso de vísperas de la Segunda Guerra Mundial, cuando el régimen estalinista proclamó la victoria de la revolución misma y el comienzo de la normalidad, mientras iniciaba la más profunda "purga", que conllevó la matanza de la primera camada de dirigentes revolucionarios. En esta nueva edición actualizada, La revolución rusa vuelve a afirmarse como un libro introductorio y de referencia, conciso y a la vez cargado de análisis agudos. Una ventana para quienes quieran asomarse a uno de los acontecimientos más complejos y dramáticos del siglo XX.


La larga historia de los saqueos en la Argentina

Gabriel Di Meglio
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$20,890

En las últimas décadas, los saqueos se han convertido en episodios recurrentes de la sociedad argentina, que reaparecen cada fin de año en forma de amenaza, expectativa o posibilidad latente. Pocos hechos son más emblemáticos de las crisis terminales del país que los sucesos de 1989 y 2001, a tal punto que la imagen cristalizada de los saqueos, mezcla de desesperación y violencia, quedó asociada casi exclusivamente a estos dos momentos. Sin embargo, como sostienen los autores de este libro, esa práctica reconoce una historia mucho más larga que merece ser contada, porque, en su excepcionalidad, en su capacidad para irrumpir en el espacio público y subvertir el orden, saca a la luz las tensiones irresueltas que atraviesan los períodos de normalidad. Así, los saqueos tuvieron un rol protagónico durante las guerras de la Independencia y los conflictos armados del siglo XIX como el masivo pillaje a las tiendas de Buenos Aires que siguió a la batalla de Caseros, protagonizado no por el ejército vencedor, sino por las propias tropas porteñas derrotadas. Resurgieron en la forma de violencia política vindicativa e iconoclasta con el ascenso y la caída de los dos grandes movimientos populares de comienzos y mediados del siglo XX, el yrigoyenismo y el peronismo las pertenencias del líder radical, desparramadas en la vereda de su casa desvalijada y saqueada, fue la foto de los vencedores. Y volvieron a aflorar, esta vez como revueltas de subsistencia y asaltos masivos a comercios, a raíz del empobrecimiento de vastos sectores de la población desde finales de la década de 1980. Por su destreza narrativa y rigor explicativo, La larga historia de los saqueos en la Argentina es una obra imprescindible para poner en perspectiva episodios que suelen quedar simplificados por las aproximaciones superficiales y la estigmatización. Al reconstruir los contextos, las dinámicas y los significados de este fenómeno colectivo, "leyendo" la especificidad de cada coyuntura (quiénes saquean, cuáles son las propiedades y propietarios afectados, cuándo y cómo se llevan a cabo los hechos), revela que, lejos de ser estallidos irracionales o espasmódicos, los saqueos representan el dramático emergente de profundos desacuerdos en torno a la soberanía territorial, la legitimidad del sistema político y la distribución de los recursos económicos.


De alemanes a nazis

Peter Fritzche
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$28,490
¿Cómo lograron los nazis, en pocos años, el apoyo masivo de la población alemana? Para Peter Fritzsche, uno de los estudiosos más destacados acerca de estos temas, no se trató de un accidente ni de una secuela desdichada del desastre económico o la crisis política. Tampoco la considera una consecuencia de la hostilidad de Hitler hacia los judíos. No fueron el odio y el miedo, sino la esperanza y el optimismo, los sentimientos a los que los nazis apelaron de manera original y eficaz, afirmados en una corriente de entusiasmo patriótico, voluntad de participación y sacrificio nacida al comienzo de la Primera Guerra Mundial y afianzada en 1918, cuando la República de Weimar sucedió al Imperio. En ese itinerario, concluido en 1933 con la reformulación de las promesas de 1914, se perfilan los motivos por los que los nazis fueron tan populares en Alemania y se transformaron en una alternativa política aceptable para los habitantes de un país democrático. Esta obra, ya convertida en un clásico, reconstruye el clima de las movilizaciones callejeras, la exaltación nacionalista y las alternativas de la democracia alemana en cuatro momentos: julio de 1914, noviembre de 1918, enero y mayo de 1933. En torno a ellos analiza el proceso de configuración de identidades políticas desde el fin del Imperio hasta la consolidación del movimiento de masas que cambió la historia del siglo XX. Sólidamente fundamentado, De alemanes a nazis se estructura como un drama colectivo que desarrolla un enfoque inédito del advenimiento del nazismo mediante una narración ágil, en una combinación magistral del detalle cotidiano y el trabajo de archivo.

El espejo de la historia

Tulio Halperin Donghi
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$26,690

En la obra de Tulio Halperin Donghi, El espejo de la historia ocupa un lugar central. Este brillante conjunto de ensayos escritos entre 1976 y 1986 presenta los frutos de una exploración que sitúa la experiencia histórica argentina en un marco latinoamericano. Hasta entonces, el esfuerzo por concebir a la Argentina como parte de América Latina era inusual en la cultura de una nación que, precisamente, se enorgullecía de sus diferencias con las demás naciones del continente. Fueron las peculiares circunstancias de esos años dramáticos, en los que la violencia y el terrorismo de Estado asolaron el Cono Sur, las que desmintieron esa confianza ciega en la excepcionalidad argentina. Escrito bajo el impacto de esa recaída en la barbarie, este libro nos ofrece una poderosa evidencia del encuentro de nuestro país con su "destino sudamericano", desplegando nuevas maneras de pensar aspectos significativos de la política y la cultura de la región. En sus páginas, el lector se encontrará con una admirable reflexión sobre la dictadura como régimen político, sobre las características y la trayectoria del liberalismo, y con un célebre ensayo sobre la figura y las transformaciones del intelectual latinoamericano. El libro también se interna en la relación entre literatura, ciencias sociales y política, y aborda tópicos más específicamente argentinos, como la manera en que fue pensada la inmigración a lo largo de más de un siglo. El espejo de la historia significó un viraje en la trayectoria de Halperin Donghi y un testimonio formidable de su propia "poética" o modo de concebir -y escribir- la historia. Con una introducción de Roy Hora que reconstruye las premisas con que fue pensada la obra y sus principales hallazgos, esta nueva edición vuelve a poner a disposición de los lectores uno de los libros fundamentales del mayor historiador argentino de nuestro tiempo.


Crítica (y reivindicación) de la universidad pública

Eduardo José Míguez
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$14,990
¿Está en crisis la universidad pública argentina? Considerando que desde 1984 hasta hoy el presupuesto ha crecido, la cantidad de instituciones se ha ampliado, la oferta académica es más diversa y los programas de posgrado se multiplican, diríamos que no. Sin embargo, aunque todavía se sostengan facultades y centros de excelencia dispersos a lo largo del país, el conjunto del sistema ha ido quedando a la zaga del mundo y está lejos de poder hacer un aporte significativo para no alimentar el círculo del subdesarrollo. Y no porque carezca de los recursos humanos o financieros, sino por el mal uso que hace de ellos. A partir de su vasta experiencia en cargos tanto de gestión y evaluación universitaria como de docente e investigador, Eduardo Míguez se propone discutir los problemas de fondo de la educación superior en la Argentina y los mecanismos para comenzar a superarlos. Con información de primera mano y gran honestidad y valentía intelectual, señala los núcleos que cualquier reforma debería contemplar: las cifras de deserción, el diseño curricular de asignaturas y carreras, el bajo porcentaje de docentes con dedicación exclusiva, los criterios de asignación de recursos, la participación estudiantil y docente en el gobierno universitario, la proporción de graduados y la calidad de los egresados, los sistemas de ingreso. Sin ánimo de poner la lupa sobre instituciones individuales, y enriqueciendo el debate con referencias y modelos internacionales, Míguez sugiere direcciones posibles para debatir una reforma integral, que priorice los criterios académicos antes que los políticos, y que incluya entre sus objetivos que la mayoría de las plantas docentes tengan estudios de posgrado, que la investigación de excelencia no esté divorciada del compromiso con la enseñanza universitaria, que se trabaje la brecha entre la duración media real de las carreras y las previstas en los planes de estudios. Reivindicando la herencia de la Reforma, y a la vez la necesidad de reinterpretar sus pilares a la luz de las condiciones actuales, Eduardo Míguez ha escrito un ensayo central para pensar, con argumentos sólidos, el lugar de la universidad pública como motor del desarrollo de la Argentina.

Amor y anarquismo

Laura Fernández Cordero
hacer historia
$21,990

Temas como el género y la sexualidad lograron una visibilidad tal en la agenda pública que sólo registramos su actualidad inmediata, como si no tuvieran historia o como si ella se remontara apenas a pocas décadas atrás. En esta obra, Laura Fernández Cordero recupera experiencias libertarias que hace más de un siglo desafiaron formas de la intimidad, el amor y la pareja afianzadas por el Estado o la Iglesia. Así, expone el ideario del anarquismo en la Argentina, que luchaba para transformar las relaciones económicas y políticas, pero también las familiares y afectivas. Sus militantes buscaron el fin del matrimonio, que veían como una forma de prostitución y esclavitud, e imaginaron amores libres en que, sin mandatos a eternidad, hombres y mujeres exploraban relaciones múltiples, simultáneas, con la premisa de un encuentro pleno y consensuado entre iguales. Con formidable pulso narrativo, la autora traza un panorama atrapante de los debates y las vivencias de quienes, en pos de la revolución social, encontraron formas novedosas de vivir su identidad, el amor y el erotismo. Vemos entonces a mujeres que, en 1896 y en los años de "la Patagonia trágica", sostuvieron la denuncia contra la violencia que sufrían en las fábricas tanto como en sus hogares. También las peripecias de una colonia anarquista en Brasil, donde un trío practicó en 1890 la versión más audaz del amor libre. O a un destacado ácrata que celebró como triunfo de la libertad sexual el adulterio de su joven esposa, mientras otras voces del anarquismo se asustaban de las mujeres liberadas y deseantes. Lejos de una complacencia facilista o de un anacronismo que aplane el espesor de cada coyuntura, este libro expone la enorme potencia pero también las contradicciones de esas expresiones, que cuestionaban todos los parámetros morales, pero consideraban que el aborto o la homosexualidad eran excesos que evitar. Con rigor y frescura, recorre una historia poco conocida, que aporta perspectiva para ponderar las mutaciones del presente.


¿Qué es la historia del conocimiento?

Peter Burke
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¿Qué es la historia del conocimiento? ¿Un relato capaz de explicar el éxito o la utilidad de teorías y descubrimientos en las disciplinas académicas? Peter Burke, el máximo referente de este campo de estudios, aclara que es algo más variado, complejo e interesante, que interpela a los lectores de hoy al darnos herramientas y perspectiva para entender cómo se llegó a la revolución digital y la sobrecarga de información que conlleva. ¿Qué hacer frente a la acumulación de datos "crudos"? ¿Cómo seleccionarlos, clasificarlos y decidir sobre su validez? ¿Cuándo se convierten en conocimiento sistematizado en la "cocina" de las ciencias? Sostenido en su formidable erudición y en medio siglo de investigaciones y docencia, Burke describe las operaciones necesarias para organizar masas de información. A la vez, explica con gran claridad términos fundamentales y propone una guía para pensar a partir de ellos. De la Biblioteca de Alejandría al trabajo en línea de nuestros días, traza un mapa de problemas que funcionan como temas de indagación en Oriente y Occidente. Mientras pone la lupa sobre las instituciones (Iglesia, Estado, Universidad) que determinan qué se considera ciencia en un momento dado, contempla los saberes prácticos y las dificultades para encontrar fuentes y registros de ese corpus rico que circula fuera de la academia. Así, cuestiona concepciones simplistas de la división del trabajo intelectual entre centro y periferia, sin dejar de interrogarse por la utilidad de los conocimientos, los modelos de intelectual y el modo en que se difunden o popularizan los desarrollos especializados. Primer trabajo de carácter introductorio sobre el tema, este libro traza los hitos de una historia larga y analiza las tendencias más dinámicas de la "sociedad del conocimiento".