Castigar y asistir

David Garland
nueva criminología
$10,990

Publicado originalmente en 1985 y traducido por primera vez al español, este libro se cuenta a la par de Vigilar y castigar de Foucault, y Cárcel y fábrica de Melossi y Pavarini entre los clásicos para pensar la historia de la penalidad y, a partir de ella, entender las formas que asume el castigo en las sociedades contemporáneas. David Garland pone el foco en el pasaje de la penalidad del siglo XIX a la del siglo XX: ese momento de transición entre un sistema que concebía a los infractores como individuos libres y responsables que, sin importar sus condiciones de vida, habían elegido apartarse de las normas, y un sistema que, al identificar las razones del delito en un orden social problemático que debe ser reformado, contempla, más que el castigo, la posibilidad de rehabilitar y corregir a los desviados. Buceando en los debates públicos de la época, los informes oficiales, los aportes de las entonces nuevas disciplinas como la psiquiatría o la criminología, Garland explica el surgimiento de lo que llamará "el complejo penal-welfarista", toda una serie de prácticas e instituciones específicas (desde las escuelas reformadoras e industriales hasta los asilos especializados para ebrios, desde la suspensión del juicio a prueba hasta los institutos para menores) que, entre el Estado y las organizaciones de caridad, se ocuparán de seguir los casos especiales: los jóvenes, los niños, los enfermos mentales, los alcohólicos, los discapacitados, los inaptos para el trabajo. En la trama de discursos de asistencia y control, esta reforma construyó su legitimidad, que recién entró en crisis en los años ochenta del siglo XX. Al analizar las formas de castigo en relación con el orden social y con las luchas políticas e ideológicas, Garland propone un trabajo fascinante y preguntas que tocan el presente: ¿por qué el programa reformista fracasó en su propósito de rehabilitar a los delincuentes y de prevenir el delito? ¿Hasta qué punto resignó su impulso inicial de cambio social para convertirse en un sistema de control burocrático y profesional de la criminalidad? ¿En qué medida obturó otras alternativas, ligadas a la redistribución básica de la riqueza y el poder, o a formas de previsión social basadas en derechos? ¿Cómo podría construirse hoy un sistema penal progresista que no caiga en las mismas contradicciones?


La historia de una montonera

Raúl Fradkin
historia y cultura
$12,990

Un análisis pormenorizado de uno de los episodios más oscuros de la historia política de las primeras décadas posrevolucionarias de Mayo: el accionar de la montonera encabezada por Cipriano Benítez, a partir del cual el autor descubre a un hombre alejado de la imagen habitual del "pobre paisano manipulado" por algún caudillo e ilustra hasta qué punto la politización de la campaña era una realidad insoslayable en esos años. Benítez, un paisano típico de la campaña bonaerense de la época, encabezó una montonera que invadió el pueblo de Navarro en diciembre en 1826 y fracasó luego en Luján donde fue apresado, y juzgado como un vulgar bandolero y pasado por las armas. La montonera encabezada por Benítez, si bien no resulta una "respuesta" simple y clara a un cúmulo de exigencias de su contexto, debe ser leída dentro de un complejo cuadro. Este libro es un paradigma de cómo los itinerarios individuales no pueden desgajarse de las condiciones sociales del medio en el que se desenvuelven. Por vez primera en los estudios históricos sobre la campaña bonaerense de este período, una obra como esta permite ver a los campesinos que hace veinte años no existían para la historiografía actuando como actores políticos e interviniendo en primera persona en la cosa pública más allá de "manipulaciones" y "clientelas".