Humor político en tiempos de represión

Florencia Levin
sociología y política
$21,790

En 1973, con el regreso del peronismo al poder, el diario Clarín renovó su contratapa humorística sellando su apuesta por el humor nacional. Desde entonces, desplazó a las tiras importadas y logró reunir a los humoristas más talentosos: Caloi, Crist, Fontanarrosa, Ian y Landrú, entre otros. Indisolublemente ancladas en su aquí y ahora, las viñetas de ese espacio pueden leerse como comentario, opinión o velada alusión a la vida bajo la dictadura. Atenta a los modos en que el humor gráfico rompía o suscribía pactos de silencio, o cultivaba zonas más grises, Florencia Levín sigue la representación "dibujada" de los principales acontecimientos de la escena sociopolítica, desde el clima golpista anterior a 1976, pasando por las desapariciones y Malvinas, hasta los consensos de la transición democrática. La autora estudia a los diferentes humoristas en relación con su trayectoria y su pertenencia ideológica, así como la articulación entre la sección que los convocaba y el posicionamiento institucional del diario. A partir de una lectura fina y sugerente de los trazos y la construcción imaginaria que propone cada tira, analiza las estrategias con que los humoristas sortearon interdicciones y negociaron sus vínculos con el poder político y la línea editorial de Clarín. Los humoristas operaron sobre la realidad de una manera excepcional, a través de actos discursivos que fueron también actos políticos y que hoy devienen piezas valiosas para reconstruir una zona de las pasiones de nuestro pasado, la que insiste todavía en la memoria colectiva. Aporte fundamental a la historia reciente, este libro ingresa en los años setenta y los primeros ochenta a través de un prisma original, que permite explorar las representaciones sociales sobre la violencia, la guerra y la naciente democracia.


Intelectuales

Carlos Altamirano
mínima
$13,190
¿De dónde proviene la autoridad que se les reconoce a los intelectuales, y qué clase de autoridad es? ¿Qué significa desempeñar ese papel en el espacio social? Lejos de estipular un deber ser que indique cuál es la función que les corresponde, Carlos Altamirano propone un análisis comprensivo de la figura de los intelectuales en el contexto mudable de la historia. Con afán de ser claro y evitar posturas exaltadas, sigue un recorrido que va desde el mito de origen de los hombres de ideas -la intervención del escritor francés Émile Zola en lo que se conoce como el affaire Dreyfus-, hasta las últimas décadas, cuando la irrupción de los medios masivos y la presunción del fin de la historia llevaron a pensar que eran una especie en extinción. En el medio, las ideas de Marx, Gramsci, Said, Mannhein, Bourdieu, Bauman, entre otros, son analizadas atendiendo a sus concepciones sobre el vínculo de los intelectuales con las clases dominadas o su pertenencia a las clases dominantes, su mayor o menor capacidad para impugnar el poder político, la importancia de su compromiso o su prescindibilidad. En esta nueva edición de un trabajo ya clásico, el autor demuestra que el papel público de los hombres y las mujeres de pluma sigue interesando, y que no puede ser pensado por fuera del contexto social y las tradiciones culturales. También que, aun cuando el curso de la historia se haya revelado incierto y enigmático, el intelectual público tiene algo para decir en un ambiente democrático: ya entrado el siglo XXI, su palabra no posee valor profético, pero puede animar la discusión de su comunidad si se rehúsa por igual al consenso complaciente y a las simplificaciones, sean las del mesianismo político o las del discurso mediático.

Argelia 60

Pierre Bourdieu
biblioteca clásica
$16,490
Hacia mediados de la década de 1950, el flamante licenciado en filosofía Pierre Bourdieu fue convocado por el Estado francés para realizar el servicio militar en Versalles. Sin embargo, por problemas disciplinarios lo enviaron a Argelia, donde permaneció algunos años como profesor de filosofía y realizó una serie de investigaciones etnográficas. Este recorrido generó en el corpus teórico del autor un efecto trascendental que es necesario comprender para echar luz sobre su producción. Escrito casi en paralelo con El sentido práctico y La distinción, Argelia 60 no es un libro redactado al calor del trabajo de campo, sino la obra de un sociólogo maduro que arroja una nueva mirada sobre los cambios provocados por el capitalismo en las relaciones laborales, el comercio y el empleo del tiempo. La sociedad argelina de los años cincuenta y sesenta vivía el mismo drama que sufrían en su tiempo las comunidades analizadas por los fundadores de la sociología: el paso de una etapa precapitalista a una capitalista, de una cultura tradicional a una moderna, de la vida comunitaria a la sociedad de masas, de lo rural a lo urbano, del influjo de las tradiciones al desencanto del mundo contemporáneo. Esa transición provocó una transformación profunda, en algunos casos violenta, tanto en el plano material como en el simbólico. Para desentrañarla, Bourdieu recurrió a las herramientas teóricas y metodológicas elaboradas por los principales representantes de la sociología clásica como Marx, Durkheim y Weber. Publicado por primera vez en castellano, este libro contribuirá sin duda a iluminar la vasta obra de un autor que ha legado a la teoría social un nutrido conjunto de conceptos, estrategias metodológicas y preguntas fundamentales.

Marx en la Argentina

Horacio Tarcus
sociología y política
$31,990
¿Era posible leer a Marx en la Argentina de 1870? Si lo era, ¿quiénes lo leían?, ¿qué leían los que lo leían? ¿Y para qué lo leían? Adoptando el modelo de los estudios europeos sobre recepción y difusión del marxismo, Marx en la Argentina sigue el itinerario de la recepción local de este pensador. Horacio Tarcus propone un recorrido que va desde los primeros ecos de las ideas de Marx en la prensa argentina, pasando por la experiencia de los exiliados de la Comuna de París en Buenos Aires, los informes que desde el Buenos Aires de 1873 dirige a Karl Marx su enviado directo a la Argentina, el trabajo pionero de los exiliados alemanes que fundan el primer club socialista, la obra del naturalista alemán Germán Avé-Lallemant (que se hace marxista en 1888 en San Luis), hasta llegar a la generación de Juan B. Justo, Del Valle Iberlucea, Alfredo Palacios y demás fundadores del socialismo argentino. El volumen se cierra con la incorporación de Marx y el marxismo al incipiente campo de las ciencias sociales en el fin de siglo, con un estudio sobre su recepción en pensadores como Ernesto Quesada, Juan Agustín García, Carlos Octavio Bunge y José Ingenieros. En el apéndice documental, ampliado con documentos significativos para la presente edición, se destacan curiosos textos sobre Marx aparecidos en el diario La Nación y la traducción de las cartas que envía Raymond Wilmart a Marx en 1873, publicadas aquí por primera vez.

Cristianos antifascistas

José Zanca
historia y cultura
$14,890

El universo católico, tan diverso y conflictivo como el liberal o el de las izquierdas, fue escenario de fuertes controversias en el período comprendido entre la Guerra Civil Española y el Concilio Vaticano II. En Cristianos antifascistas, José Zanca estudia a un grupo de católicos que participaron activamente en las disputas de entonces. Este grupo de intelectuales y militantes tuvo posiciones enfrentadas con la jerarquía y el grueso de los fieles, empeñados en una "recristianización" autoritaria de la sociedad. Desde los años treinta, discutieron sobre la secularización, el liberalismo, la democracia y el fascismo. Apoyaron a la república española, repudiaron a los regímenes totalitarios, se enfrentaron con el peronismo y ocasionalmente hicieron causa común con los liberales. Defendieron la autonomía de los laicos y reivindicaron un tipo de espiritualidad, el "humanismo integral", fuertemente influido por el francés Jacques Maritain. En muchos aspectos, el Concilio Vaticano II les dio la razón. En este libro, que se adentra con originalidad en la dinámica de la cultura católica, el autor reconstruye las ideas y la sensibilidad de ese grupo y las entronca con sus tradiciones mayores. Estudia las figuras prominentes, y las redes de relaciones y sus combates -más políticos que teológicos- con el catolicismo tradicional. Su historia muestra un costado singular y poco explorado de una época de conflictos y polarización, de tensiones reveladoras entre la ortodoxia católica y los impulsos para modernizar la iglesia.


Miradas sobre Buenos Aires

Adrián Gorelik
metamorfosis
$16,190
¿Cómo pensar una ciudad? ¿Cómo pensar Buenos Aires? Los textos aquí reunidos fueron escritos a lo largo de la crucial década de 1990, cuando el proyecto de modernización conservadora provocó cambios que, como el trabajo de los cartoneros o el impacto de los shoppings, trascendieron la coyuntura específica. En escalas cronológicas que trazan un recorrido por el siglo XX, Adrián Gorelik alterna pasado y presente de Buenos Aires desde registros muy diferentes, marcados por el carácter ensayístico, el análisis cultural y determinados por una voluntad de intervención política e intelectual. No hay ciudad sin sus representaciones. Estas, además de traducir el texto urbano en conocimiento social, inciden en su transformación física: relatos de viajeros, fotografías, literatura de vanguardia, la prosa de la historia social y la sociología urbana, pintura, poesía, cine y, por supuesto, la materialidad de la ciudad como argumento de interpretación, los sitios, los edificios, los planes y los planos. Es así como todo episodio de la historia cultural urbana condensa las tensiones teóricas, la dinámica social y el choque ideológico que, en el marco de una perspectiva temporal de larga duración, se vuelven inteligibles. Una sociedad puede explicarse por la distancia que media entre sus imágenes urbanas y la experiencia vivida. Por eso, sin perder de vista el carácter exploratorio y la renovación de instrumentos metodológicos, Miradas sobre Buenos Aires aporta estos ejercicios para pensar la ciudad, que a su vez también funcionan como hipótesis sobre la propia posibilidad de pensarla.

Clasificar en psiquiatría

Néstor Braunstein
mínima
$12,290

La psiquiatría es la única rama de la medicina que tiene vergüenza de usar la palabra "enfermedad" para definir eso de que se ocupa, y por eso llama a sus afecciones como "trastornos", un eufemismo que traduce el vocablo inglés "desórdenes". ¿Qué "orden" es el que se desordena cuando alguien es distinto de como se espera? ¿Qué saber autoriza al médico para "clasificar" a los seres humanos entendiendo que padecen de "trastornos de personalidad", que son anormales o peligrosos y que requieren de "tratamientos"? Queda claro que esa estrategia del lenguaje, de aspecto "científico", es una maniobra que forma parte de un proyecto de "medicalización" de la sociedad, de "psiquiatrización" de la vida, de atribución de un mercado del sufrimiento a una profesión que intenta manejar el malestar en la cultura con drogas producidas por las compañías farmacéuticas y con marbetes diagnósticos que descalifican a quienes los reciben pero que permiten la mutua comprensión entre los administradores. La empresa clasificatoria es la llave maestra para (uni)formar a los psiquiatras y estimular en ellos el sueño de explicar las dificultades de los sujetos como efectos de factores "biológicos": los genéticos o las perturbaciones funcionales del cerebro como si se pudiese comprender una polonesa de Chopin estudiando el ADN del músico o las manos de Rubinstein o la centellografía cerebral del oyente. En mayo de 2013 se proclamó oficialmente el DSM-5, redactado por especialistas de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos, un "manual estadístico y diagnóstico" con el que se pretende "unificar" y "digitalizar" los diagnósticos para servir a los fines de la industria, el Estado y las compañías de seguros. Clasificar en psiquiatría exhibe y discute la última expresión de esa ominosa empresa de encasillar "anomalías" que no se llegan a entender para encargar a la medicina el cuidado de las "normas" y el "orden", dejando al derecho la relación con las "reglas" y la "ley".


Regueros de tinta

Sylvia Saítta
historia y cultura
$16,490

Desde 1913, Crítica revolucionó la prensa periódica argentina. Natalio Botana, propietario y director, incorporó amplios segmentos de nuevos lectores y les ofreció un periódico masivo y popular, que satisfacía cada una de las apetencias de un conjunto diverso: los deportes, el tango y el jazz, las carreras de caballos, la noticia policial, el submundo social y la literatura de vanguardia. Con varias ediciones, a toda hora del día, Crítica estaba en todas partes. Sobre todo, formó un equipo de periodistas profesionales capaz de construir la noticia con un estilo inconfundible, admirado y denostado. Crítica fue el actor principal de su propia obra dramática. Informando y comentando, se colocaba en el centro del relato, dividía al mundo entre sus amigos y enemigos, dialogaba directamente con sus lectores, los convocaba a recibir las últimas noticias - el resultado de un combate boxístico, el derrocamiento de un presidente- o a defender sus ideas frente a los adversarios políticos. En ese terreno, fue un actor de peso: enfrentó a Yrigoyen inicialmente, apoyó luego a los socialistas y a los socialistas independientes, respaldó a Yrigoyen en 1928 y lo demolió en 1930. "Este estudio de Sylvia Saítta, que combina el análisis textual con el enfoque cultural, es a la vez una investigación brillante, la puerta de entrada a la historia de un gran diario y la confrontación aguda entre este y su propio mito." (Luis Alberto Romero)