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Nunca fuimos modernos
Bruno Latourotros futuros posibles
Contaminación de los ríos, embriones congelados, coronavirus, sida, agujero de ozono, robots... ¿Cómo comprender estos objetos extraños que invaden nuestro mundo? ¿Proceden de la naturaleza o de la cultura? Hasta aquí, las cosas eran simples: para los científicos, la gestión de esta división tradicional del trabajo no puede explicar la proliferación de híbridos. De ahí el sentimiento de pavor que generan y que los filósofos contemporáneos no consiguen disipar. ¿Y si hubiéramos tomado el camino errado? De hecho, nuestra sociedad moderna nunca funcionó de acuerdo a la gran división que sustenta su sistema de representación del mundo: la que opone radicalmente la naturaleza a la cultura. En la práctica, los modernos no dejaron de crear objetos híbridos, que proceden tanto de la una como de la otra y que se niegan a pensar. Nunca fuimos verdaderamente modernos, y hoy en día, para comprender nuestro mundo, hay que cuestionar ese paradigma fundador. Traducido a más de veinte lenguas, Nunca fuimos modernosrenovó profundamente los debates de la antropología porque modificó por completo la división entre naturaleza en singular y culturas en plural. Al ofrecer una alternativa al posmodernismo, Bruno Latour abrió nuevos campos de investigación y brindó a la ecología posibilidades políticas inéditas.
La justicia peronista
Juan Manuel Palaciohacer historia
A la hora de pensar los populismos clásicos latinoamericanos, y al primer peronismo entre ellos, las ciencias sociales suelen suscribir el "paradigma de la aberración": se trataría de regímenes autoritarios y clientelistas, que tendieron a despreciar las instituciones, la división de poderes y las leyes. Desde esta perspectiva, la frase misma "justicia peronista" constituiría una suerte de oxímoron. Este libro se propone desarmar esa presunción y ofrecer una mirada original del primer peronismo, atendiendo a dos aspectos casi inexplorados: su dimensión legal, en la que Perón aparece como un "gran legislador", y su despliegue en el ámbito rural. Así, analizando el edificio legal que fue construyéndose desde 1943 el Estatuto del Peón, las delegaciones regionales de la Secretaría de Trabajo y Previsión, la conformación de la justicia del trabajo, la ley de arrendamientos y la creación de las cámaras paritarias de conciliación y arbitraje y rescatando los registros de los juicios laborales que permiten oír el testimonio de trabajadores, campesinos y chacareros, Juan Manuel Palacio revela hasta qué punto las políticas judiciales del primer peronismo fueron una pieza clave en la implementación de su programa social, y un desafío al orden liberal anterior en un terreno que este consideraba propio. Y hasta qué punto también estas iniciativas estaban a tono con la renovación jurídica que, en la región y en el mundo, dio vida a los derechos sociales. Contribución decisiva a los estudios del peronismo y del Estado, esta obra tiene además una cualidad provocadora. Con un estilo limpio e incisivo, respetuoso de las fuentes y claro en el planteo de hipótesis y líneas interpretativas, Palacio no busca restituirle al peronismo ninguna pureza republicana, sino echar luz sobre una serie de derechos que este incorporó al corpus legislativo del país y que, para los sectores subalternos, determinaron tanto el acceso a la justicia como el modo en que se apropiarían a partir de entonces de esa "lluvia de leyes" que se descargó sobre ellos.
¿Qué es la crítica?
Michel Foucaultbiblioteca clásica
¿Cómo gobernar a los hombres? Esta pregunta fundamental se instala, nos dice Foucault, a partir del siglo XVI, y no ha dejado de plantearse desde entonces en las sociedades occidentales, marcando el auge del "arte de gobernar". Si la Iglesia cristiana sostenía que cada individuo debía ser conducido hacia la salvación por alguien a quien lo ligaba un vínculo de obediencia, según el modelo del pastor y las ovejas, y si esta idea rigió durante siglos en círculos muy reducidos, con la Modernidad se extiende a la sociedad toda. Se trata de gobernar a los niños, a los pobres y los mendigos, a la familia, a los ejércitos, a los Estados, a sí mismo y a los otros. Este libro, que reúne por primera vez en una edición crítica dos conferencias cruciales de Michel Foucault, muestra las transformaciones históricas que han hecho posible "la pastoralización" tanto de la política como de la subjetividad. Ambos textos encaran la cuestión a la luz del concepto kantiano de Ilustración, para explicar que, como un modo de desconfiar de esas artes de gobernar, de recusarlas, de limitarlas, se erige "una actitud crítica", el arte de la inservidumbre voluntaria o de la indocilidad reflexiva. A partir de una audaz lectura de Kant, Foucault recupera la idea de crítica como coraje, como gesto ético-político que quiebra el lazo de la obediencia, como la actitud de quien se resiste a ser gobernado a cualquier precio, de cualquier manera. Con un prólogo de Edgardo Castro, y tres conversaciones de Foucault en un registro irreverente y esclarecedor en torno a estos temas, este libro permite entender su trayectoria de pensamiento en el lapso clave que va de 1978 a 1983. Sobre todo, su decisión de repensar la crítica y la "cultura de sí", ambas como prácticas que abren la posibilidad de recobrar autonomía, de rechazar lo que somos e inventar nuevas formas de relación con nosotros mismos, a contrapelo de las relaciones de dominación.
Las fronteras de lo humano
María Carmanantropológicas
El cuidado del ambiente ocupa un lugar destacado en la agenda política, cultural y mediática de Occidente. Si bien contaminamos, todos somos "verdes": nuestros hábitos desalientan el consumo de carne, cultivamos huertas, cuidamos plazas barriales o luchamos contra el maltrato animal. Con una mirada etnográfica ajena al consenso fácil sobre el tema, María Carman analiza el ambientalismo contemporáneo planteando preguntas inquietantes: ¿por qué los padecimientos de ciertos grupos se presentan como naturales y los de otros como inadmisibles? ¿Dónde empieza y dónde acaba lo que concebimos como humano? ¿Qué humanos, qué animales, qué objetos resultan dotados de valor y cuáles son desechables? Con una escritura precisa que no cede a la mera retórica humanitaria, la autora explora las experiencias de dos grupos urbanos. En el primer caso, los habitantes de las villas ribereñas de la cuenca Matanza-Riachuelo, que se ven obligados a mudarse para evitar el sufrimiento ambiental. Entre ellos, hay quienes son reconocidos como personas portadoras de derechos y quienes son reducidos a una dimensión puramente biológica. En el segundo caso, los proteccionistas que se movilizan en defensa de los caballos, atribuyéndoles una interioridad y una vida moral que niegan a personas como los carreros, quienes usarían a un animal noble para un propósito ruin. Este libro no sólo actualiza grandes tópicos de la antropología, como el deslinde entre naturaleza y cultura, sino que propone revisarlos a la luz de los abismos de clase y de las desigualdades sociales, y también preguntarse en qué medida el ambientalismo puede contribuir a la estigmatización de los sectores populares.
El desarraigo
Abdelmalek Sayadbiblioteca clásica
El desarraigo, publicado por primera vez en 1964, puede ser leído aún hoy como una reflexión clave sobre el oficio de sociólogo. ¿Cómo estudiar una sociedad profundamente transformada por la colonización, la guerra y el capitalismo, en el momento mismo en que esos cambios están teniendo lugar? ¿Es posible preservar la consistencia metodológica y teórica del análisis sin resignar las convicciones ideológicas sobre lo que está en juego? Con este libro, Pierre Bourdieu y Abdelmalek Sayad revolucionaron el campo de las ciencias sociales, al desplegar un trabajo etnográfico que se nutre de todos los recursos a su alcance (entrevistas, estadísticas, reseñas históricas) y al demostrar que el valor científico y el político pueden potenciarse. En una Argelia bajo el fuego de la guerra de independencia, los entonces jóvenes sociólogos se ganan la confianza de los pobladores, recorren carreteras prohibidas, entre puestos de control y alertas de minas, se adentran en los tugurios y los barrios populares, y durante la noche discuten y transcriben las observaciones del día. Pero su programa sociológico no se limita a denunciar las condiciones de vida generadas por la dominación colonial. Su objetivo es conocer los efectos provocados por el desplazamiento forzado de las poblaciones campesinas a virtuales campos de concentración, los cambios en la relación con el trabajo y la vivencia del desempleo, los nuevos modos de consumo según las clases sociales y la adaptación de poblaciones rurales a la "vida moderna". Se trata de estudiar el impacto del capitalismo en una economía basada sobre la reciprocidad y la solidaridad, así como el modo en que estas poblaciones marginadas afrontan la desaparición del campesinado sin las disposiciones sociales y culturales para insertarse en nuevos sectores productivos. Esta edición ampliada con documentos inéditos y enriquecida por la presentación del sociólogo Amín Pérez permite redescubrir la vigencia de una de las obras más importantes del patrimonio de las ciencias sociales. Al registrar con maestría el proceso de transición al capitalismo cuando se desmantelan las estructuras sociales y los ritmos de la vida comunitaria, y el trabajo pierde su función social para asumir el mandato de la rentabilidad y el lucro, El desarraigo ofrece indicios, una vez más, para comprender el mundo social y, en particular, la precariedad que afecta hoy a las poblaciones más vulnerables.
El leviatán azul
Marcelo Sainsociología y política
Antropología y estudios culturales
Eduardo Restrepoantropológicas
¿De qué modo se constituyen las versiones dominantes de una disciplina como la antropología? ¿Con qué criterios se delimita la especificidad de los estudios culturales, cada vez más presentes en los espacios intelectuales? ¿Qué puntos de encuentro tienen la antropología y los estudios culturales, y qué se están disputando? ¿Cuáles son las pujas de poder que los legitiman, y cómo influyen las relaciones (históricamente asimétricas) entre centro y periferia? El presente libro recoge estas preguntas para elaborar un mapa exhaustivo de las prácticas, los circuitos, las instituciones y los sujetos que encarnan estos saberes, en el ámbito mundial, pero sobre todo en América Latina. Con frecuencia, los antropólogos desestiman los estudios culturales por irrelevantes, en nombre de sus propias certezas. A su vez, quienes se dedican a los estudios culturales a menudo destacan el carácter esencialista y colonial de la antropología. En ambos casos, el gesto reprobador suele deberse más al desconocimiento que a fundamentos reales. Atento a estas divergencias, Eduardo Restrepo busca superar las caricaturizaciones mutuas (de ciego rechazo o de idealización ingenua), y examinar las limitaciones y los sentidos comunes disciplinarios que atraviesan hoy la antropología, así como ciertas concepciones de los estudios culturales.
Los límites de la cultura
Alejandro Grimsonantropológicas
¿Cómo entender hoy la convivencia entre culturas, los sentimientos de identidad y pertenencia, la idea de nación? Las teorías posmodernas han firmado el acta de defunción de estos conceptos: han dicho que lo único que existe son diferencias, efectos ilusorios de identidad. La cultura o la nación serían así meras ficciones, objetos construidos por operaciones discursivas que pueden ser desmontadas. Semejante formulación soslaya que estas invenciones son productos históricos y que tienen consecuencias en el modo en que las personas y los grupos elaboran, escenifican y dan sentido a su experiencia cotidiana. En este libro, Alejandro Grimson indaga los desafíos de la realidad intercultural en que vivimos, para pensar posibles horizontes de imaginación social y política. Con clara vocación crítica, dispara contra las perspectivas que han enaltecido la diversidad ignorando deliberadamente los poderes en juego y las desigualdades sobre las que muchas veces están fundadas las diferencias. Por ello, en estas páginas se trata del fin de los "fines" anunciados, se postula una reconstrucción del constructivismo y se reponen los sentidos políticos del intervencionismo banalizador. Atento a la heterogeneidad de las sociedades, a los debates políticos y culturales de las últimas décadas, y a los procesos desencadenados por los movimientos sociales, Grimson subraya la necesidad de cambiar las matrices teóricas. Al proponer nuevas miradas sobre la alteridad, la xenofobia, el racismo o los fundamentalismos contemporáneos, redefine una teoría de la cultura. La potencia política de su argumento radica en que apuntala la búsqueda de nuevos acuerdos que impliquen una vida en común y un horizonte socialmente igualitario.