Muertes que importan

Gabriel Kessler
sociología y política
$20,790
La historia argentina reciente no sólo puede recorrerse desde los fenómenos políticos y económicos. También puede contarse hilvanando una serie de muertes violentas que conmocionaron a la sociedad. El secuestro y asesinato de Osvaldo Sivak, la masacre de Ingeniero Budge, los casos Carrasco, María Soledad y Cabezas, las muertes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, la tragedia de Once, los casos de Maximiliano Ferreyra, Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, entre otros, lograron convertir el duelo privado en una interpelación colectiva a los poderes públicos. Este libro, tan riguroso como inquietante, explora una serie de asesinatos que, desde 1983, generaron efectos políticos y sociales, dejaron huellas en la memoria colectiva, instalaron demandas al Estado y forzaron cambios políticos. Son muertes que permiten caracterizar las épocas en las que ocurrieron: los resabios de la dictadura en los años ochenta; los efectos de la corrupción y los abusos de poder, la inseguridad y el gatillo fácil en los años noventa; la represión y la muerte política desde los 2000. A través de un exhaustivo análisis de medios, debates parlamentarios, leyes, investigaciones periodísticas y entrevistas, los autores reconstruyen el destino involuntario de estas víctimas y sus cuerpos, seres anónimos que se convirtieron en símbolos que atravesaron el tiempo y que colocaron al Estado en el centro de los reclamos públicos. Muertes que importan, que apela a los intereses de un abanico amplio de lectores en especial a los investigadores en historia, memoria, violencia e inseguridad, cuerpo, medios de comunicación, analiza el modo en que la muerte se convierte en un problema público y, en ese recorrido, abre una constatación: nuestra dolorosa historia de las últimas décadas dejó sus marcas para que a una parte significativa de la sociedad argentina la muerte violenta no le resulte indiferente.

Las audiencias públicas de la Corte Suprema

María Jimena Sáenz
derecho y política
$27,890

La crisis argentina de 2001 afectó la credibilidad del sistema político y golpeó también, duramente, la legitimidad del máximo órgano del Poder Judicial. El proceso de renovación que se inició entonces implicó cambios en el elenco de jueces de la Corte Suprema así como una serie de reformas destinadas a reforzar el vínculo de la justicia con la ciudadanía y a difundir una nueva imagen de ese tribunal, para dotarlo de mayor transparencia de cara a la sociedad. Entre esas reformas, la práctica de las audiencias públicas fue el eslabón clave, porque prometía dar voz y visibilidad a los principales afectados por ciertas causas la contaminación del Riachuelo, la sobrepoblación carcelaria, la Ley de Medios y abrir el camino para una transformación institucional más amplia. En este libro, Miguel Benedetti y Jimena Sáenz ofrecen un estudio fino, riguroso, exhaustivo, de las audiencias celebradas por el Máximo Tribunal entre 2004 y 2014, en el marco de un interrogante decisivo: ¿hasta qué punto esa práctica innovadora modificó el proceso de toma de decisiones judiciales? ¿Cuánto de su potencialidad como herramienta de democratización resultó atenuada por la discrecionalidad del tribunal, el excesivo formalismo o la preeminencia de las voces de los expertos técnicos? Desde un enfoque atento al detalle, el análisis no se circunscribe al "día en la Corte" sino que reconstruye todos los pasos del antes, el durante y el después: qué causas eligieron los jueces para convocar audiencias, cómo se desarrollaron qué lugar hubo para el intercambio y la improvisación, quiénes pudieron efectivamente intervenir, y cómo impactaron sobre la decisión final del tribunal. Al volver visible el quehacer de la Corte, este trabajo echa luz sobre un universo de enorme riqueza. Y al explicar los riesgos que pueden derivarse del uso inapropiado de las audiencias, cuando no se regulan debidamente o cuando preservan márgenes de arbitrariedad, sienta las bases para discutir y mejorar con propuestas una práctica fundamental de democratización de la justicia y las instituciones.


Estado, movimiento y partido peronista

Maria Mercedes Prol
historia y cultura
$12,990

Durante el primer peronismo, el estado, el movimiento y el partido peronista se integraron progresivamente, en un proceso cuyo sentido se definió sobre la marcha. Visto desde Santa Fe, este fenómeno permite a la vez explorar las complejas relaciones entre los actores nacionales y provinciales. Fue una construcción institucional paulatina, conflictiva y fragmentaria. Se inició en 1943, cuando los activistas de la Secretaría de Trabajo movilizaron a los primeros grupos de apoyo a Perón; culminó luego de 1951, cuando las tres partes se articularon de manera orgánica y consistente, y perduró hasta 1955, con tensiones y ajustes. La autora desarma y reconstruye los mecanismos institucionales y políticos de este proceso, define sus etapas y señala sus puntos de estabilidad y de conflicto. Al examinar la compleja relación entre las elites estatales, las agencias gubernamentales y las organizaciones políticas y sindicales de la nación y de Santa Fe, muestra las estrategias de ingeniería institucional, así como sus resultados, no siempre previstos. "Con notable pericia de historiadora, Mercedes Prol combina el análisis estructural y la dinámica política; las tendencias de largo plazo y las coyunturas críticas; el proyecto organizador surgido en la cima del peronismo y la compleja dinámica provincial, que se resiste a la reducción a la unidad. En su libro aparece un peronismo singular, en el que conviven la búsqueda de un orden jerárquico y los conflictos que ponen en cuestión esos equilibrios." (Luis Alberto Romero