Catálogo
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Vida de perro
Diego Sztulwarksingular
La noche en que Macri venció a Scioli en la segunda vuelta de las presidenciales, Diego Sztulwark le escribió a Horacio Verbitsky para insistirle en que era el momento de encarar un libro de balances. No de inventario de lo mal hecho, no de pase de facturas o de revisión frívola del pasado. De balances políticos. Vida de perro es ese libro. Más de medio siglo de historia argentina desde la mirada de un personaje memorioso, selectivo, intolerante a la ambigüedad y a la estupidez, celoso de su trabajo. Un viajero político en el tiempo. De militante en las FAP a presidente del CELS. Crítico y autocrítico, pero no arrepentido ni nostálgico. Y es a la vez un libro de conversaciones entre personas de distintas generaciones y posiciones ideológicas. Diego Sztulwark, interesado en el pensamiento político y la tradición de las izquierdas, pregunta sin pelos en la lengua porque quiere entender cómo llegamos al gobierno de Cambiemos, porque quiere reemplazar el "misterio" Verbitsky por el "método" Verbitsky, aprovechar su mirada sistemática y documentada sobre el presente para relanzar la investigación y la lucha política sobre bases más vitales, menos engañosas. Juntos recorren los años en que Verbitsky fue militante en Montoneros, el tiempo de la clandestinidad, sus posiciones frente a la discusión sobre la violencia revolucionaria, frente a la corrupción kirchnerista, sus críticas a la izquierda trotskista, su lectura a contrapelo de tantos de Bergoglio, del peronismo y de Macri, su trayectoria periodística, desde la prensa militante en los setenta hasta Clarín, Página/12 y El Cohete a la Luna. En el cur so de una conversación honesta y sin desperdicio, que los habilita a discrepar y a hablar sin tabúes, fluyen las anécdotas que cruzan vida-política-oficio, la tensión constante entre pragmatismo y principismo. Un Verbitsky desconocido y sorprendente. Un libro central para los tiempos que vienen.
La larga marcha de cambiemos
Gabriel Vommarosingular
En diciembre de 2015 sucedió lo impensado: Mauricio Macri ganó la elección presidencial derrotando al poderoso aparato del PJ. Los seguidores y los opositores coincidieron en subestimar la capacidad de mando del gobierno. ¿Cómo harían estos recién llegados a la alta política para lidiar con un país tan conflictivo? Pasadas las elecciones de medio término, algo se modificó. Cambiemos demostró ser un proyecto con decidida vocación de poder, cuya historia profunda sigue siendo prácticamente desconocida. Quizá por considerarla producto de una operación de marketing exitosa, poco sabemos de la "cocina" de una construcción política que arrancó en 2001 y se profundizó en 2008, al calor de la polarización social y el pánico a la "chavización" del país. Con testimonios de primera mano, Gabriel Vommaro despliega un relato fascinante que recupera los principales hitos y actores de una larga marcha. Así, rastrea los orígenes de PRO, un espacio que reunió a cuadros de la centroderecha que venían de experiencias fallidas (Cavallo, López Murphy, De Narváez) y a políticos con trayectoria en el peronismo o el radicalismo. Y se detiene en los "número uno" de las grandes corporaciones y los profesionales del mundo de las ONG, que le terminaron dando al partido esa identidad "nuevista", supuestamente ajena a los vicios de la política tradicional. Al tomar en serio esos recorridos personales, al contar quiénes son y cómo piensan estos hombres y mujeres que pegaron el "salto a la política" después de atravesar muchos puentes (los clubes de membresía exclusiva de las élites, donde se cruzaban políticos con hombres de negocios; las fundaciones, los cursos en universidades privadas), este libro muestra un costado invisible hasta ahora: cuán intenso fue el proceso de movilización, proselitismo, organización y politización que está en la base de Cambiemos y que explica parte de su potencia. Si estamos frente a un partido que, nos guste o no, redefinió más de un aspecto del modo de hacer política y llegó para quedarse, es importante entender de dónde viene y cómo es. Gabriel Vommaro hace un aporte original e imprescindible en esta dirección descorriendo el telón para mostrarnos un mundo en buena medida secreto.
¿Por qué preferimos no ver la inseguridad?
Marcelo Sainsingular
Si la inseguridad es el fantasma o el hecho más temido, y constantemente acapara la atención de los medios, ¿cómo podríamos no verla? Sin embargo, esa extrema visibilidad es engañosa. Como uno de los máximos expertos en temas de seguridad, Marcelo Sain sostiene que la cuestión está mal planteada por los gobernantes (tanto progresistas como conservadores), los periodistas especializados y la academia, y que esto alimenta lugares comunes y mitos inútiles. Aunque hay un consenso extendido sobre la complicidad de la policía con el crimen organizado, nos dejamos llevar por los oportunistas que claman por más uniformados, patrulleros, motos, helicópteros, videocámaras y armamento letal, cuando no por una reforma de las normas penales. Pero tanto los políticos como la sociedad civil saben que sólo se trata de fuegos de artificio que preservan el statu quo y los negocios y que, a lo sumo, tranquilizan por un rato. Sistematizando información sobre casos de violencia o denuncias resonantes, Sain va más allá de la crónica policial y traza un panorama preciso y claro del problema. Interroga la evidencia que aportan los expedientes judiciales a partir de hipótesis implacables. En la Argentina, no hay emprendimiento criminal de cierta envergadura que no cuente con el aval de la policía, en la cual los gobiernos delegan la gestión de la inseguridad. Por efecto de un doble pacto delincuentes y policías en función de la recaudación, policías y políticos en pos de una gobernabilidad tranquila, el Estado regula el delito, integrando una verdadera asociación ilícita que no sólo libera zonas, sino que apoya a ciertas bandas en detrimento de otras, eliminando competidores, sembrando pistas falsas y desviando investigaciones, condicionando a jueces y fiscales. Sin tecnicismos y con enorme solvencia narrativa y conceptual, Por qué preferimos no ver la inseguridad (aunque digamos lo contrario) llega al fondo de un tema que parece omnipresente pero que se encuentra extrañamente soterrado. Y propone vías realistas y factibles para desarmar los circuitos de estatalidad ilegal que hoy prosperan, a fin de que el crimen, en el mejor de los casos, se "privatice" y se fragmente.
¡Ciudadanos, a las urnas!
Thomas Pikettysingular
¡Ciudadanos, a las urnas!, el más reciente libro del economista más influyente de los últimos tiempos, asume el desafío de ayudarnos a entender un mundo atravesado por contradicciones: los proyectos de integración regional europea chocan con el Brexit, las promesas de regulación financiera no hacen mella en los paraísos fiscales, un avance tecnológico que habilita un progreso social sin precedentes convive con formas extremas de sacralizar la propiedad privada y estigmatizar a los perdedores. En crónicas ágiles, polémicas y ricas en hipótesis originales, Thomas Piketty se nutre de su formidable corpus de datos pero también de sus conversaciones con estudiantes, militantes, lectores, autores, actores de la sociedad civil y del mundo económico, cultural y político, y confirma su talento como uno de los intérpretes más lúcidos del mundo actual. Decidido a interrogar acontecimientos que reconfiguran el mapa de Europa, los Estados Unidos, América Latina y Oriente, Piketty despliega una argumentación que considera alternativas y luchas posibles allí donde parecería que los caminos están cerrados. Así, discute en términos precisos y llanos cómo pensar el mundo del trabajo, las instituciones políticas, las reglas electorales, los sistemas sociales y fiscales, las infraestructuras públicas y educativas. Contra la idea de que determinados países deben priorizar el pago de sus deudas públicas resignando su crecimiento y su futuro con recetas de ajuste y austeridad, aconseja revisar qué sucedió en la Europa de la segunda posguerra, cuando naciones como Francia y Alemania se beneficiaron de una reconstrucción que anulaba las deudas del pasado. Rompe con la nostalgia por los "Treinta Gloriosos", ese mundo legendario que transcurre entre mediados de los años cuarenta y los setenta del siglo XX, porque constata que el Estado de Bienestar iba acompañado por discriminaciones y desigualdades, y no se trata de un proceso históricamente cerrado. En tiempos de conflictos vertiginosos y preocupantes, Piketty propone una lista de prioridades y convoca a construir "otra globalización", poniendo el acento en el poder de las sociedades para decidir, inventar y organizar mejores versiones de democracia participativa.
Qué hacer con las drogas
Juan Gabriel Tokatliansingular
Cuando los políticos con responsabilidades de gobierno hablan de narcotráfico, es común que propongan la prohibición total, la panacea de una sociedad libre de drogas ilegales. En este marco, recurren a discursos y promesas punitivas, que consistirían en más "mano dura" o directamente en la militarización de la cruzada antinarcóticos. Atento sobre todo a la situación de América Latina y la Argentina, y analizando evidencia confiable del plano internacional, Juan Gabriel Tokatlian dice de entrada que esa meta es no sólo inalcanzable sino peligrosa, que se asienta en un diagnóstico errado y en información sorprendentemente parcial, y que la política coercitiva que se sustenta en esas ideas ha fracasado en todas partes, dañando los derechos de los más vulnerables, dilapidando recursos públicos y, lo que es peor, demorando el debate sobre una estrategia alternativa. Entre la sobreactuación de los políticos por su pánico a perder dividendos electorales, y la indiferencia o la desmesura de la opinión pública, se agitan fantasmas sin verdadero asidero la colombianización, la mexicanización, mientras se insiste en las tácticas represivas que no conducen a nada. Tokatlian, un experto con amplísimo reconocimiento académico que ha seguido el tema durante décadas con una coherencia infrecuente, repasa la lógica del régimen prohibicionista y propone repensar todo, resignando el efectismo grandilocuente e ineficaz y apostando a reformas graduales y sostenibles. La contención, la formulación de regulaciones especiales según la sustancia de que se trate, no es sinónimo de derrota, sino signo de realismo. Sólo un Estado fortalecido, que saque el tema del ámbito penal para reubicarlo donde de verdad corresponde (la salud y la educación de los sectores vulnerables, el control del lavado de activos, la vigilancia de toda la cadena productiva desde la demanda hasta la oferta), estará en condiciones de acotar a su mínima expresión el crimen organizado. Con una prosa clara y argumentos contundentes, este libro es un aporte sustancial al debate público, porque asumir batallas (contra las drogas, contra el terrorismo) y convocar guerreros para causas perdidas sólo aumenta el costo en vidas humanas sin resolver el problema de fondo.
Pensar el kirchnerismo
Daniel Filmussingular
Eduardo Galeano, un ilegal en el paraíso
Roberto López Bellososingular
Mitomanías de los sexos
Alejandro Grimsonsingular
Ciudades sudamericanas como arenas culturales
singular
Kirchner, el tipo que supo
Mario Wainfeldsingular
Diálogos sin corbata
Axel Kicillofsingular
Nueva historia del tango
Héctor Ángel Benedettisingular
La crisis del capital en el siglo XXI
Thomas Pikettysingular
¿Es posible que estemos retrocediendo a los niveles de desigualdad previos a la Primera Guerra Mundial? Esta pregunta es el centro mismo de este libro. En efecto, asistimos a un capitalismo enloquecido, a tal punto que la concentración de la riqueza alcanza los valores de 1900-1910 y ni siquiera se aplican los impuestos al capital que regían en el siglo XIX. La primera gran crisis del capitalismo globalizado del siglo XXI se desató entre 2007 y 2008, y puso en evidencia que los patrimonios privados se habían incrementado sin control, mientras los salarios y la producción casi no habían crecido en los últimos treinta años. Por razones ideológicas o por incompetencia, muchos Estados aumentan la carga fiscal sobre el trabajo y subvencionan a una casta de rentistas. En este libro, Thomas Piketty somete el presente a una mirada despiadada, a tono con la urgencia de lo que está en juego. Así, plantea hipótesis contundentes acerca del rol de los bancos centrales, que no están para "ver pasar los trenes" y evitar la inflación sino para garantizar la estabilidad y el crecimiento; la necesidad de diseñar una reforma fiscal que grave las sucesiones, el capital y los ingresos más altos; los ajustes que requieren el sistema previsional y el sistema educativo; la importancia de racionalizar el Estado para garantizar un verdadero servicio y respeto por los derechos. Pero además dirige un desafío a todo el campo de la izquierda, que debe apropiarse de la discusión fiscal y educativa con un programa claro y decisión política. En estas crónicas, que recorren los años del siglo XXI, Piketty muestra sus dotes de economista brillante y, en la tradición de Joseph Stiglitz y Paul Krugman, su agudeza de gran divulgador para entender cómo se hace política hoy y cómo sería deseable que se hiciera. Agilidad, sentido del humor, ironía extrema y el recurso al absurdo son las marcas de un estilo impecable, que le permite ir de la coyuntura al planteo de propuestas serias para salir del atolladero ampliando, y nunca recortando, derechos.
Mitomanías de la educación argentina
Alejandro Grimsonsingular
¿Usted también, doctor?
singular
Ser judío en los años setenta
Daniel Goldmansingular
Cuentas pendientes
Horacio Verbitskysingular
Hasta hoy la justicia argentina tuvo el mérito de investigar los delitos de sangre cometidos durante la última dictadura, pero dejó fuera del radar a los actores económicos que interesadamente la promovieron y/o facilitaron, es decir, a las personas, instituciones y empresas que suministraron bienes y servicios al gobierno o que obtuvieron beneficios a cambio de apoyar la ejecución del plan criminal. Muchas de ellas son en la actualidad actores civiles y económicos de peso, integrados al juego democrático, y sus vínculos con la dictadura son en gran medida desconocidos. Coautores, socios, instigadores, conspiradores, ejecutores, cómplices, beneficiarios son algunos de los posibles formatos de estos vínculos, que deben ser esclarecidos. En lo que constituye una investigación pionera que logra reunir información sustancial pero dispersa hasta ahora, Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky, junto con un equipo de prestigiosos autores, sacan a la luz los casos de complicidad civil y económica con la dictadura. Esos casos involucran empresas como Ledesma, Ford, Acindar, Techint o Mercedes Benz, cuyos directivos están acusados o sospechados de entregar trabajadores que luego fueron desaparecidos, así como organismos creados para extorsionar empresarios poco afines y expropiar sus bienes, como sucedió con Papel Prensa y con los hermanos Iaccarino. La trama se completa con corporaciones patronales agropecuarias o industriales, como la Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas; el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires; los grandes prestamistas internacionales, como el Citybank y el Lloyds Bank, que colaboraron con el descomunal endeudamiento del país en ese período; los think tanks como FIEL o CEMA, que aportaron hombres e ideas a la dictadura; sectores de la cúpula sindical; operaciones mediáticas de diarios como La Nueva Provincia, Clarín o La Nación, o la impactante actitud de la cúpula de la Iglesia católica, que, mientras bendecía la represión, aprovechaba los cuantiosos beneficios que recibía de los militares. Al ofrecer la primera investigación sólida y sistemática sobre un tema que ha comenzado a instalarse en la agenda del derecho local e internacional, este libro abrirá sin duda una nueva etapa, además de contribuir a una narrativa más completa de los años del llamado "Proceso".
La larga crisis argentina
Luis Alberto Romerosingular
El derecho a comunicar
Damián Loretisingular
Mitomanías argentinas
Alejandro Grimsonsingular
Cuán profundamente argentino es insultar cotidianamente a la Argentina. Y sin embargo, como dice una conocida canción, este rasgo de identidad tiene su contracara: la argentinidad al palo, "La calle más larga, el río más ancho, las minas más lindas del mundo... Que el Che, Gardel y Maradona son los number one, y argentinos ¡gracias a Dios! También Videla y el Mundial 78, Galtieri y los estamos esperando. ¿Yo?... ¡Argentino! Del éxtasis a la agonía oscila nuestro historial. Podemos ser lo mejor, o también lo peor, con la misma facilidad". En Mitomanías argentinas, Alejandro Grimson se atreve a un original ejercicio de introspección: ofrece una lista abierta de mitos y los revisa uno por uno para hacerlos "caer", para que muestren lo que tienen de vulnerable, de falso, de argumento insostenible, de repetición machacona. ¿Fuimos la nación más europea de América Latina y una maldición nos arrojó al basurero de la periferia? ¿Brasil o Chile están en el camino correcto y la Argentina no deja de cometer errores? ¿Son los paraguayos, peruanos o bolivianos los responsables del desempleo en la Argentina? ¿Es cierto que los argentinos descendemos de los barcos, así como los mexicanos descienden de los aztecas? No importa que los mitos sean de derecha o de izquierda, religiosos o laicos, patrioteros o extranjerizantes: son bombas de tiempo que hay que desactivar para que el rompecabezas argentino se organice sobre bases plurales y para que el debate público no quede encerrado en Mitolandia. Grimson nos convence de que tener una mirada más compleja y cabal de nosotros mismos es un primer paso para construir una sociedad mejor.