Endeudar y fugar

Eduardo Basualdo
economía política argentina
$26,190
En la Argentina, la dictadura cívico-militar puso en marcha un proceso económico y social que, con matices propios, estuvo en sintonía con la hegemonía neoliberal a nivel mundial. Este giro, que interrumpió la sustitución de importaciones, dio lugar a un endeudamiento externo y una fuga de capitales sin precedentes, que definieron en el largo plazo una matriz distributiva en perjuicio de los trabajadores, así como una profunda desindustrialización y una masiva privatización de las empresas públicas. No se trató de un proceso que avanzó linealmente, ya que los gobiernos kirchneristas introdujeron en casi todos esos aspectos una contratendencia que revirtió el fenómeno, con sus más y sus menos según el caso. Sin embargo, a partir de la alianza Cambiemos en el gobierno se retornó, mutatis mutandi, al planteo original de endeudar y fugar, con sus previsibles consecuencias sobre la distribución del ingreso y la economía real. Concebida por integrantes del Área de Economía y Tecnología de la Flacso –una referencia clásica para todos los que se interesan por entender el proceso económico del país–, esta obra traza un exhaustivo recorrido por los últimos cuarenta años de historia económica argentina: desde la valorización financiera, implementada por José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de la dictadura, hasta el relanzamiento de ese esquema, ahora bajo la conducción de Mauricio Macri en el poder, pasando por la traumática experiencia del gobierno de Fernando de la Rúa, sobre todo en 2001, que derivó en la mayor crisis económica y social conocida hasta hoy. Los autores también se ocupan de esa contratendencia impulsada por los gobiernos kirchneristas, en la que se desplegó, no sin resistencias, un inédito desendeudamiento externo que impulsó la expansión de la economía real y la participación de los trabajadores en el ingreso, al tiempo que disminuyó la pobreza e indigencia. Pero no dejan de señalar las limitaciones de este proceso, puesto que no se logró evitar una nueva fuga de capitales que terminó condicionando una vez más el desempeño económico. Si bien la importancia macroeconómica que adquirieron la deuda externa y la fuga en las últimas décadas dio lugar a numerosos análisis desde vertientes diferentes, e incluso enfrentadas, faltaba una aproximación menos dependiente de las urgencias de cada coyuntura que fuera más abarcativa de sus trayectorias y contextos, así como de la interacción entre ellos. En este sentido, este libro resulta un aporte para atenuar esa ausencia analítica y nutrir un debate impostergable.

El Banco de la Nación Argentina y la dictadura

Andrés Wainer
economía política argentina
$24,490
Durante más de un siglo, el Banco de la Nación Argentina ha sido un actor de gran relevancia no sólo por su incidencia en el funcionamiento del sector financiero sino también por las diversas políticas económicas que se aplicaron en cada coyuntura. En este sentido, su rol en el marco de la última dictadura militar tuvo profundas e inéditas repercusiones que merecen ser conocidas y debatidas. A partir de un análisis novedoso y revelador de la política crediticia de la entidad durante la etapa dictatorial y de la conformación empresaria del directorio en esos años, este libro revela el papel específico del banco en la consolidación de un cambio del tipo de Estado y del patrón de acumulación de capital. Los autores examinan el contexto económico internacional y la naciente hegemonía neoliberal asentada en la valorización financiera. Asimismo, explican el proceso por el cual la banca pública se contrajo, mientras que el sector privado nacional cobró una importancia nunca antes vista. Dentro de la banca pública, el que más disminuyó su presencia en el mercado de crédito local fue el Banco Nación, institución que cumplía un papel clave en el financiamiento a las empresas públicas y que contaba con numerosas sucursales en la Argentina y en el exterior. Sin embargo, esto no supuso la desaparición de la entidad como actor, porque el crédito internacional que otorgaba pasó a ocupar el lugar que hasta entonces tenían los préstamos otorgados por las sucursales en el país. Ese tipo de préstamos fueron vitales en su operatoria institucional y estuvieron destinados a empresas estatales y organismos públicos, pero sobre todo a las Fuerzas Armadas. Todas las evidencias disponibles indican que así como el partido militar fue el brazo armado de los sectores dominantes, el BNA fue el brazo financiero de las fuerzas represivas mediante la operatoria que llevaron a cabo sus sucursales en el exterior, dando lugar a un fenómeno sin antecedentes en la historia institucional. Así, este libro es un aporte fundamental para entender la función que cumplió el más importante banco público del país en relación con los objetivos económicos del gobierno militar, esto es: potenciar la expansión de las fracciones del capital que ejercieron la hegemonía durante esos años.

El nuevo poder económico en la Argentina de los años ochenta

Daniel Azpiazu
economía política argentina
$2,500

Han transcurrido casi dos décadas desde la primera edición de El nuevo poder económico en la Argentina de los años 80; años signados por la profundización, hasta niveles insospechados —en ese entonces—, de los costos sociales de un proyecto político, económico y social que tuvo su génesis histórica en la dictadura militar instaurada en marzo de 1976. El exitoso intento de "refundar estructuralmente la sociedad argentina en términos económicos, sociales y políticos, consolidando un nuevo proyecto dominante" ha quedado palmariamente demostrado. Al respecto, la historia argentina contemporánea revela un "antes" y un "después" cuya bisagra es la política económica implementada por la dictadura militar. La interpretación de la misma, llevó a concluir en ese entonces que "como producto de un proyecto y una política acentuadamente centralizadores, excluyentes y marginadores se produjo la emergencia de un nuevo poder económico constituido por capitales de antigua existencia en el país pero que hoy ocupan el centro del proceso de acumulación: los GGEE [grupos económicos nacionales] y las ETDI [empresas transnacionales diversificadas y/o integradas] deviniendo su centralidad de sus activos en el país y de sus inversiones financieras en el exterior que los capacita para condicionar, por lo menos, el proceso económico global". No se trataba de afirmaciones arbitrarias inspiradas en una visión apocalíptica. Por el contrario, las mismas se vieron superadas por una realidad donde más de un tercio de los trabajadores están desocupados o subocupados y la mitad de la población ha quedado sumergida en la pobreza. En el otro extremo, un acotado y poderoso núcleo de los sectores dominantes continúan apropiándose de masas crecientes del excedente económico nacional.