¿Por qué siempre faltan dólares?

Andrés Wainer
economía política argentina
$25,290

En la Argentina, la persistente falta de dólares y sus consecuencias en el devenir de la política económica y la vida cotidiana de las personas tiene poco que ver con la lógica de la noticia efímera y mucho con complejos procesos que estructuran la economía del país y, sobre todo, la lista de ganadores y perdedores en cada momento histórico. Este libro analiza en detalle cómo enfrentaron, resistieron o profundizaron la deuda externa y la fuga de capitales los gobiernos de los últimos años en el país. En la línea de Endeudar y fugar, el libro de Eduardo Basualdo que ya se convirtió en un pequeño clásico, los autores y autoras de estas páginas proponen un giro original al vincular la restricción externa al crecimiento, entendida como un hecho estructural, con la evolución de los salarios y el derrotero de sectores económicos concretos: la industria, el sector energético y el agro pampeano. Retratan en detalle, además, la nueva variante de la valorización financiera puesta en marcha durante el gobierno de Macri que, centrada en el endeudamiento del sector público, dejó al país en un virtual default financiero y social. ¿Por qué siempre faltan dólares? responde a esa pregunta con evidencias empíricas y perspectiva histórica: porque se priorizan los intereses del capital financiero internacional, porque se usa la deuda como motor del crecimiento sin hacer en paralelo los cambios estructurales que harían a la economía menos dependiente, porque los actores económicos más poderosos usan la fuga como forma de salvar ganancias de la inestabilidad del peso. Como demuestra este libro, la escasez de divisas no es una fatalidad y los modos de enfrentarla que buscan favorecer a ciertos sectores sociales y productivos tienen consecuencias de largo plazo sobre el resto de la sociedad.


El Banco de la Nación Argentina y la dictadura

Andrés Wainer
economía política argentina
$24,490
Durante más de un siglo, el Banco de la Nación Argentina ha sido un actor de gran relevancia no sólo por su incidencia en el funcionamiento del sector financiero sino también por las diversas políticas económicas que se aplicaron en cada coyuntura. En este sentido, su rol en el marco de la última dictadura militar tuvo profundas e inéditas repercusiones que merecen ser conocidas y debatidas. A partir de un análisis novedoso y revelador de la política crediticia de la entidad durante la etapa dictatorial y de la conformación empresaria del directorio en esos años, este libro revela el papel específico del banco en la consolidación de un cambio del tipo de Estado y del patrón de acumulación de capital. Los autores examinan el contexto económico internacional y la naciente hegemonía neoliberal asentada en la valorización financiera. Asimismo, explican el proceso por el cual la banca pública se contrajo, mientras que el sector privado nacional cobró una importancia nunca antes vista. Dentro de la banca pública, el que más disminuyó su presencia en el mercado de crédito local fue el Banco Nación, institución que cumplía un papel clave en el financiamiento a las empresas públicas y que contaba con numerosas sucursales en la Argentina y en el exterior. Sin embargo, esto no supuso la desaparición de la entidad como actor, porque el crédito internacional que otorgaba pasó a ocupar el lugar que hasta entonces tenían los préstamos otorgados por las sucursales en el país. Ese tipo de préstamos fueron vitales en su operatoria institucional y estuvieron destinados a empresas estatales y organismos públicos, pero sobre todo a las Fuerzas Armadas. Todas las evidencias disponibles indican que así como el partido militar fue el brazo armado de los sectores dominantes, el BNA fue el brazo financiero de las fuerzas represivas mediante la operatoria que llevaron a cabo sus sucursales en el exterior, dando lugar a un fenómeno sin antecedentes en la historia institucional. Así, este libro es un aporte fundamental para entender la función que cumplió el más importante banco público del país en relación con los objetivos económicos del gobierno militar, esto es: potenciar la expansión de las fracciones del capital que ejercieron la hegemonía durante esos años.