Estudió Ciencias de la Comunicación en la UBA y obtuvo un máster en Políticas Públicas en Unsam- Georgetown. Se doctoró en Teoría Política en la Universidad de Georgetown. Su tesis doctoral reflexiona sobre la relación entre la democracia, la deliberación y el populismo. Actualmente es profesora e investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro. Ha sido docente en la UBA, la Universidad Torcuato Di Tella, Brown University y University of Richmond. Publicó artículos y capítulos sobre populismo comparado, sistemas de partidos e innovación democrática; además, participa activamente en la esfera pública mediante columnas de opinión, conferencias e intervenciones en los medios. Vive en la Patagonia.

El populismo en América Central

Harry Brown Araúz
sociología y política
$29,990
América Central: dictadores estrafalarios, sociedades atrasadas y atadas a la producción campesina, en fin, repúblicas bananeras. La enumeración no es caprichosa: arma la imagen que durante buena parte del siglo XX impregnó no solo el sentido común, sino toda una agenda intelectual y académica. En pleno siglo XXI, ese mismo enfoque permitió afirmar, por ejemplo, que el populismo no existía en América Central. Hasta que la estridente irrupción de Nayib Bukele en El Salvador, la llegada al poder de Xiomara Castro en Honduras y la de Rodrigo Cháves en Costa Rica obligaron a repensar la cuestión. Este libro original y oportuno, que viene a llenar un espacio vacante, quiere enriquecer y matizar la discusión: con sus rasgos particulares, el populismo existió y existe en América Central, región que, contra lo que se afirma, muchas veces anticipó fenómenos políticos que más tarde se dieron en el Sur. En un viaje que va del pasado al presente, que recorre todos los países de América Central, más Cuba y República Dominicana, estas páginas muestran que los populismos centroamericanos tienden a ser menos radicales que sus contrapartes en el resto del continente, que pueden promover la mano dura tanto como la reivindicación de los más pobres, que conviven con formas de autoritarismo y arreglos de cúpulas. Además, echan luz sobre un creciente populismo en las calles, expresión de organizaciones civiles y religiosas que atraen seguidores con sus ideas radicales sobre la corrupción, el género y el vínculo con los países vecinos. ¿Queda algo por decir del populismo? ¿Y del populismo en la región? Sí, responden los autores y autoras de este libro, y subrayan: es una tarea crucial decirlo en este momento, cuando algunos fenómenos centroamericanos como la política represiva de Bukele dejan de ser experiencias lejanas y hasta pintorescas para transformarse en modelos exportables a otras latitudes.

¿Por qué funciona el populismo?

María Esperanza Casullo
sociología y política
$26,590
Si el populismo no ha muerto, si está “insoportablemente vivo”, es porque funciona. Y su eficacia se debe, en buena medida, a que ofrece una forma convincente de explicar el mundo, reflejar las preocupaciones y los miedos de los ciudadanos y proponerles una salida concreta. En otras palabras, sostiene un discurso, una historia con héroes y villanos que da sentido a una realidad que, en el siglo XXI, parece haberlo perdido. Esto vale tanto para Hugo Chávez, Evo Morales y Néstor y Cristina Kirchner como para Donald Trump, Marine Le Pen y los líderes de partidos de extrema derecha en Austria, Hungría y Suecia. Vale tanto para el pueblo que se moviliza contra el FMI como para el que lo hace contra los inmigrantes. A partir del análisis exhaustivo de discursos políticos de los presidentes latinoamericanos de principios del siglo XXI, y de líderes contemporáneos de los Estados Unidos y de Europa, María Esperanza Casullo –politóloga, docente universitaria, especialista en temas de democracia y sistemas de partidos– muestra cómo, en el sur y en el norte, en economías sólidas y en naciones desiguales, el “mito populista” construye una idea de pueblo, señala a sus enemigos y plantea acciones para redimir a un país traicionado por fuerzas internas y externas que intentan desviarlo de su destino de éxito. Además, la autora encuentra rasgos de estas estrategias en los discursos de gobiernos liberal-tecnocráticos, como el de Cambiemos en la Argentina. Persuasivamente, Casullo reconstruye el derrotero del discurso macrista, de un “Mauricio” popular a un presidente que hizo uso de dosis nada desdeñables de populismo, y luego a un giro conservador en el que las promesas de un futuro venturoso se transformaron en llamados moralizantes al sacrificio para no volver al pasado. En un lenguaje accesible, que evita tanto la condena como la celebración sin matices, la autora atraviesa con equilibrio un campo plagado de análisis simplistas y propone al lector un recorrido original y atrapante que desafía su sentido común. Como escribe Casullo, lejos de ser una anomalía propia de países subdesarrollados, el populismo es un fenómeno tan antiguo como la propia democracia, un subproducto inevitable del juego del poder y una posibilidad siempre presente en el abanico de las estrategias políticas, que se vuelve especialmente atractiva en tiempos de crisis y de fragmentación social como los contemporáneos.