Es licenciada en Psicología (UAM, España). Realizó un posgrado de Formación en Gestalt (AGBA, Argentina), la diplomatura en Pedagogía Social y Teoría de la Educación (UNED, España) y la maestría en Mediación Familiar y Comunitaria (FUE-UNED, España). Desde hace diez años trabaja en Fundación Huésped acompañando a los equipos que ofrecen servicios gratuitos de contención, asistencia y articulación en red para promover los derechos sexuales y (no) reproductivos.

De chicos a hombres

Cecilia Valeriano
educación que aprende
$21,990
Aprendieron (les enseñamos) que debían ser fuertes, valientes, protectores y proveedores. Que las emociones no se muestran. Pero la realidad cambió, y ahora les exige reconocer sus privilegios y hacerse cargo de las violencias que conllevan. A veces con alivio, otras con enojo y frustración, tienen que desaprender reglas que no inventaron y responsabilizarse de una herencia que no pretendían. Mientras lidian con mandatos y eluden prejuicios, chicos y adolescentes de hoy van descubriendo cómo hacerse hombres en este mundo de verdades que tambalean. Son tiempos de redes, escraches, protocolos, en los que las chicas asumieron un protagonismo novedoso y a veces inquietante. Por eso, con una perspectiva basada en la Educación Sexual Integral, Leandro Cahn y el equipo de Fundación Huésped proponen empezar por un glosario que a la vez aclara y desafía nuestras nociones más internalizadas: cómo se incorporan los roles de género, qué son los micromachismos, de dónde surgen y cómo trabajan los discursos de odio. Pero como no se trata de formular nuevos mandatos ni de agitar consignas, este libro recorre historias reales de adolescentes reales para pensar y ofrecer herramientas con las que acompañarlos en su camino de crecer, desde la libertad y el respeto, en las muchas formas posibles de ser varón. Con la mirada atenta en lo que les pasa a chicos y chicas, en cómo viven los cambios las familias, y también en cómo se transforman y adaptan instituciones y normativas, De chicos a hombres propone estrategias de intervención concretas para cada ámbito: escuelas, familias, centros de educación no formal, espacios de salud. Es una extraordinaria guía práctica, un manual de navegación para estos mares inciertos y, sobre todo, una invitación a la conversación franca con la que acompañar a niños, niñas y adolescentes a desarrollarse y ser quienes quieren ser.

Educación sexual integral

Cecilia Valeriano
educación que aprende
$21,990
En poco tiempo, muchas cosas que habíamos naturalizado ahora nos hacen ruido y están puestas en cuestionamiento. Desde el “Buen día, chicos”, con que la maestra saluda cotidianamente y que ya no incluye a todas sus alumnas y alumnos, hasta los vínculos entre pares, atravesados por una perspectiva de género. En este nuevo escenario, la sexualidad entra a la escuela con las niñas y los niños que llegan en el nivel inicial y se queda hasta que egresan de la secundaria. Con la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral, los educadores tenemos la responsabilidad de trabajar con la ESI en las aulas. Para abrazar este desafío con las mejores herramientas, un equipo de lujo de Fundación Huésped nos ofrece su amplia experiencia en este libro imprescindible para las familias y la comunidad educativa. ¿Cómo abordar las diferentes formas de vivir la sexualidad en la adolescencia, los embarazos no planificados, las infecciones de transmisión sexual, los abusos en la infancia o los noviazgos violentos? ¿Cómo despertar la reflexión y el diálogo? Desde una perspectiva que respeta la diversidad, promueve el cuidado del cuerpo y valora la expresión de la afectividad, este libro es una invitación a sacudirnos los prejuicios y derribar mitos. Cuando se trata de pensar, acompañar, intervenir y, sobre todo, cuidar, escuelas y familias trabajan mejor juntas. Por eso, aunque los protagonistas sean las chicas y los chicos, cada adulto tiene un papel importante en esta historia. Como dicen nuestros autores, no es posible no educar sexualmente, porque educamos con lo que hacemos, con lo que decimos y también con lo que callamos. Entonces, aunque no tengamos todas las respuestas, no podemos dejar de hacernos todas las preguntas.