Ideas en el siglo

Oscar Terán
osde
$19,990

A partir de lineamientos teóricos y de propósitos compartidos, pero al mismo tiempo mediante diversas posibilidades de abordaje de su objeto de estudio, el lector encontrará variadas modulaciones de la temática desarrollada: la trama del proceso cultural latinoamericano puntuado por los avatares políticos e institucionales. Esta historia de las ideas en América latina también sistematiza los conflictos entre influencias y orientaciones, sin descuidar el empeño constante de los diferentes actores en fomentar el cambio social. Las cuatro contribuciones coordinadas por Oscar Terán, a su vez autor del trabajo sobre la Argentina, brindan un cuadro sintético y representativo del despliegue de los fenómenos culturales en nuestros países en el siglo pasado. Si bien América Latina ha sido utilizada como noción por los investigadores de la región y de todo el mundo, tal unidad conceptual, sin embargo, debe ser matizada por la diversidad de grupos étnicos y nacionalidades, lenguas, historias y desarrollos sociopolíticos, culturas y condiciones geográficas que engloba. Gran parte de la producción intelectual de América latina en el siglo XX estuvo dedicada a la construcción de las distintas identidades nacionales sin perder de vista, en el trasfondo de estas preocupaciones, ya sea bajo la forma de exhortaciones, intervenciones antiimperialistas o templados análisis, la perspectiva de crear una especificidad crítica para la enorme extensión entre Tierra del Fuego y la frontera mexicana.


El partido radical

Virginia Persello
historia y cultura
$900

La autora reconstruye, con precisión y rigor, la historia organizativa de la UCR, y la despliega en distintos escenarios en los que se disputan espacios de poder y se ponen en acto las reglas institucionales. La persistencia de viejas prácticas facciosas (uno de los hilos conductores de este análisis) se traduce durante el ejercicio del gobierno en permanentes conflictos, a la vez internos e institucionales. Producido el golpe de 1930, el pasaje a la oposición exige ""salvar la máquina"", en una situación de pérdida de los recursos gubernamentales y de fraude electoral. La faccionalización partidaria se hace menos visible, pero no altera sustancialmente una lógica de funcionamiento que recrea tensiones históricas. En nombre de una religión cívica compartida, las minorías utilizarán la abstención, la revolución y la intransigencia como arma de lucha contra la dirección del partido. El régimen político fundado en la democracia de partidos, que emerge y se institucionaliza entre 1916 y 1930, experimenta luego una larga crisis, que concluye en 1943.