Ciudades sudamericanas como arenas culturales


singular
$26,390
La vida cultural moderna de América Latina ha tenido su centro en la ciudad; es allí donde germinaron tendencias artísticas y proyectos intelectuales, donde se desplegaron utopías urbanísticas así como disputas ideológicas y políticas. Pero si esto es así, ¿qué características del entorno urbano le han dado a la cultura sus marcas singulares, y cómo pueden seguirse las huellas que iluminan ese proceso de interpenetración entre ciudad y cultura? Sin afán totalizador, pero a la vez con la ambición de trascender los acercamientos aislados a una u otra ciudad, este libro busca responder esas preguntas abordando, a través de múltiples perspectivas, episodios reveladores de diferentes ciudades sudamericanas desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XXI. Así, hay capítulos que se centran en lugares emblemáticos: un edificio en San Pablo, una calle de Río, un barrio de Buenos Aires, y otros que recorren los circuitos de escritores e intelectuales en Buenos Aires, Recife y Montevideo. En otros capítulos se analizan las producciones letradas y las de la cultura masiva: las obras de teatro en el San Pablo de los años sesenta o las telenovelas que rehicieron el imaginario de la favela en Río. La ciudad de los márgenes se hace presente a través de las representaciones de las villas miseria en Buenos Aires y las barriadas en Lima, e incluso la anticiudad, el campo, en oposición a una Montevideo europeísta. Y también se examinan los programas urbanos gubernamentales: la Brasilia de Kubitschek, o los proyectos que convierten a Santiago de Chile a finales de los años sesenta en “capital de la izquierda”. Las escenas y los laboratorios urbanos que estos ensayos ofrecen al lector permiten ver cada ciudad como una suerte de espejo en que las otras se presentan en nuevos ángulos; permiten identificar contrastes y coincidencias así como líneas de conectividad. Sin duda, esta obra compone un panorama rico y complejo de las ciudades sudamericanas, al tiempo que, por sus hipótesis y su apuesta estilística (entre el ensayo y el texto especializado), ofrece claves sugestivas para orientar futuros estudios sobre las culturas urbanas de América Latina.

Estudios culturales en tiempo futuro

Lawrence Grossberg
antropológicas
$16,490
Estudios culturales en tiempo futuro es una cuidada introducción a un tema en el que nada puede darse por sentado, y a la vez un programa de acción. Lawrence Grossberg traza una historia exhaustiva de los estudios culturales, y da un paso más allá: argumenta que su razón de ser consiste en explicar por qué las sociedades han llegado a ser lo que son y, sobre todo, en imaginar cómo podrían convertirse en otra cosa. Y asume una premisa central: para responder estas cuestiones, es preciso salirse del marco de la euromodernidad. Con un tono que tiene mucho de autobiografía intelectual, el autor narra el período fundacional de los estudios culturales, en la Inglaterra de la segunda posguerra, y aborda luego sus más recientes logros y desafíos, con el objetivo de repensar la figura del intelectual que acepta la implicancia política de su tarea. Así, propone una agenda de trabajo que incluye la exploración y el riesgo de la práctica interdisciplinaria, como hecho de cooperación genuina y no como formalidad; la revisión de los conceptos de cultura popular y medios masivos, y la consideración del campo del poder no en sí mismo sino en relación con los contextos reales y con la posibilidad de construir futuros colectivos más justos, más creativos. Este libro, definido por Zygmunt Bauman como la gran obra de Grossberg, permite acceder a un referente indiscutido de los estudios culturales, poco conocido por el público de habla hispana. Y permite vislumbrar una apuesta ambiciosa y atípica: convertir una disciplina académica en una conversación con otros expertos, de otras áreas y otras localizaciones, así como con los movimientos sociales y las ONG, para contar historias que capturen la complejidad de la coyuntura. Porque las malas historias, como dice Grossberg, hacen malas políticas, y porque ningún saber puede avanzar y reinventarse si el mundo no avanza.