Cómo fumar marihuana y tener un buen viaje

Howard Becker
singular
$17,990
¿Y si el consumo de marihuana no tuviera nada que ver con una predisposición psicológica individual, como algunos todavía creen, ni mucho menos con algún problema psíquico, y fuera simplemente el resultado de un aprendizaje grupal, social? Esto es lo que viene a decirnos Howard Becker, sociólogo y músico de jazz, el primer estudioso que ya en los años cincuenta habló del uso recreativo de la marihuana cuando todos se referían al consumo como abuso. Las sensaciones producidas por esta droga, nos revela, no son automática o forzosamente placenteras. El gusto por la experiencia se adquiere en la interacción con otros, y en ese sentido no es diferente del gusto por las ostras o el whisky: personas más experimentadas orientan y ayudan a interpretar los primeros efectos, para que no generen inquietud o alarma en el novato. El consumidor está mareado y tiene mucha sed, siente un hormigueo en el cuero cabelludo, calcula mal el tiempo y las distancias. ¿Se trata de cosas agradables? No lo sabe del todo. Si va a seguir fumando, tiene que decidir que sí lo son. De lo contrario, tener un viaje se convertirá en algo que preferiría evitar. Así, Becker demuestra que las personas desarrollan una motivación para el consumo recreativo de marihuana cuando aprenden a fumarla de forma que les produzca efectos reales, pero además cuando pueden reconocerlos y disfrutar de las sensaciones que perciben. Con este texto, un clásico que sigue sorprendiendo, Becker instaló un nuevo enfoque sobre el tema, a contrapelo de las miradas estigmatizantes sobre los supuestos desviados y de un paradigma represivo. A su modo desprejuiciado y mordaz, este verdadero maestro de sociólogos reconstruye una guía paso a paso para convertirse en un consumidor de marihuana y tener un buen viaje.

¿Qué entiendo yo por marxismo?

Alain Badiou
biblioteca del pensamiento socialista
$16,990
A doscientos años del nacimiento de Marx, el marxismo es el nombre de una derrota. La modernidad democrática del capital, con sus voceros y sus propagandistas, se ocupa de recordárnoslo una y otra vez: lo presentan como un error grosero y además una utopía criminal. A él se adhiere otra palabra maldita, “comunismo”, un espectro que carga con el peso de un estigma. Pero el marxismo, dice Alain Badiou en este texto inspirador, sigue proponiendo la única modernidad capaz de competir con el capitalismo. No hay ninguna otra. En un estilo conversado y personal, en el que prima la apuesta intelectual antes que el desencanto o la nostalgia, Badiou explica en qué consiste esa potencia de construcción y transformación que se pone en juego, en cada escenario concreto, tanto en el pensamiento como en la práctica política. Después de un sustancioso recorrido por figuras célebres –Marx, Lenin, Mao, nuevamente Marx– y textos canónicos, sostiene que el marxismo no es una ciencia, una doctrina ni una filosofía, tampoco una política en el sentido de la teoría política. Como el psicoanálisis, el marxismo es un pensamiento alternativo que, desde dentro de la sociedad capitalista, trabaja para el advenimiento de un mundo material y subjetivo absolutamente nuevo. Contra el sujeto cautivo de la neurosis del consumo y la competencia, pero sin caer en las reacciones fascistas al capitalismo, Badiou propone reinventar el marxismo, recuperando su potencialidad para descifrar los intereses en pugna y para generar encuentro, organización y acción colectiva. Así, este texto se afirma como un llamamiento razonado y poderoso para confluir en una práctica que, lejos de negar sus contradicciones y disidencias internas, las transforme en vital fortaleza polít