Leticia Barrera
Es doctora en Ciencias Jurídicas por la Universidad de Cornell, Estados Unidos. Nació y vivió en Tucumán, donde se graduó en Derecho por la Universidad Nacional. Posteriormente realizó una maestría en Desarrollo Económico en América Latina en la Universidad Internacional de Andalucía, España. Fue becaria Fulbright y del Programa ALFA-EUROCONOSUR de la Unión Europea.
Actualmente reside y trabaja en Buenos Aires, como becaria posdoctoral del CONICET, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales Ambrosio L. Gioja de la Facultad de Derecho de la UBA y como docente de posgrado en la Universidad de Palermo. Ha dictado también cursos de posgrado en la UBA y en la Universidad de Misiones.
Desde una perspectiva multidisciplinaria, sus intereses de investigación giran en torno a las prácticas de producción del saber experto en ámbitos burocráticos, fuera y dentro de la estructura estatal. Ha publicado artículos en el Journal of Legal Anthropology, Law, Culture and the Humanities y en Íconos-Revista de Ciencias Sociales (Flacso/Ecuador), entre otras.
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La Corte Suprema en escena
Leticia Barreraderecho y política
La Corte Suprema en escenaes el primer estudio sistemático sobre el funcionamiento cotidiano de la más alta institución judicial en la Argentina, que desde hace varias décadas viene ganando visibilidad y generando controversias en el debate. ¿Quiénes acceden a la Corte, ese lugar que parece por definición alejado e impenetrable, y qué esperan de ella? ¿Cómo la perciben los jueces, los funcionarios o los empleados? Leticia Barrera expone la diversidad de actores en juego y el significado que tiene el tribunal para cada uno de ellos.Están quienes llevan a cabo acciones de protesta y consideran el espacio judicial como un foro para hacer oír sus reclamos; están los litigantes que padecen como una falla el proceso de toma de decisiones del tribunal; están los jueces y funcionarios que ven en él casi un almacén de ramos generales al que llega todo tipo de causas; están quienes lo experimentan como una práctica burocrática de creación de expedientes. Con una fina mirada etnográfica, la autora se interna en un territorio poco explorado hasta ahora. El espacio de la Corte es reconstruido a través de observaciones directas, entrevistas, recolección de imágenes y de historias de vida, poniendo énfasis en aquellos dispositivos que permiten vislumbrar el accionar del derecho en las prácticas y en las conciencias. Así, analiza el origen y el curso de los expedientes, atendiendo a las condiciones físicas en que se producen, se archivan y se manipulan los escritos, y explica también cuánto de escenificación y de montaje tienen las audiencias, ycómo esto deviene un instrumento más en la puja por imponer la agenda judicial. La originalidad del libro consiste en presentar el derecho no ya como un conjunto de verdades eternas sino como una actividad cultural que genera conocimiento y a la vez influye en la subjetividad y los vínculos de los participantes. Al tomar nota de las relaciones materiales y simbólicas que los instrumentos legales activan, el funcionamiento del máximo tribunal permite poner en evidencia las instancias propias de la creación del derecho: ese cruce en el que precisamente se define lo jurídico.