Nacido en 1947 en Beaune, Borgoña, Bruno Latour se formó como filósofo y como antropólogo. Entre 1982 y 2006 fue profesor en el Centro de Sociología de la Innovación, y entre 2006 y 2017 en Sciences Po en París, donde fue subdirector del área de investigación y creó el innovador médialab, que explora, entre otros proyectos, las controversias ambientales. Fue invitado de incontables universidades y centros de todo el mundo y realizó trabajos de campo en África y en los Estados Unidos.

Estudioso de las conexiones entre sociología, historia y economía de las técnicas, dedicó numerosos trabajos a la innovación técnica y sus dinámicas, la gestión de la investigación, la cultura científica y la filosofía del ambiente. Ha publicado, entre otras obras, Nunca fuimos modernos; La vida en el laboratorio. La construcción de los hechos científicos; La esperanza de Pandora. Ensayos sobre la realidad de los estudios de la ciencia; Re-ensamblar lo social. Una introducción a la teoría del actor-red; y Cogitamus. Seis cartas sobre las humanidades científicas.

Cómo habitar la tierra

Bruno Latour
otros futuros posibles
$18,690
Hoy hablamos de hongos, líquenes, ingeniería de bacterias, microbiota, inteligencia artificial. Ya no estamos en un mundo de objetos que responden a la voluntad humana, sino en uno de vivientes que se superponen con nosotros y nos generan desconcierto. ¿Son amigos o enemigos? ¿Cómo funcionan? Si el mandato de modernizar que nos trajo hasta acá buscaba cortar amarras con todo lo que parecía arcaico y proyectarnos, gracias a la ciencia, directamente al futuro, incluso hasta llegar a Marte, sabemos que esa mitología del vuelo y el dominio sobre la naturaleza quedó superada. Sin embargo, seguimos pensando con esas categorías gastadas, que ya no sirven para entender la realidad en que estamos inmersos. En este libro que es legado, autobiografía intelectual y caja de herramientas para lectores inquietos, Bruno Latour se reconoce filósofo ante todo y nos explica que la gran tarea pendiente es ecologizar en vez de modernizar. Pero ¿qué significa esto? ¿Cómo entender la cuestión ambiental, que algunos niegan y otros no consiguen metabolizar? ¿Cómo explorar esta situación inédita y evitar que la gente entre en pánico y persista la desesperación política actual? Se trata de desplazar el eje de los modos de producción y distribución de la riqueza a las condiciones terrestres, atmosféricas, que los hacen posibles. Se trata ¡por fin! de aterrizar, de poner el foco en la habitabilidad del planeta. Para salir del vértigo de la colapsología y recuperar poder de acción, Latour llama a aceptar que no hay cuestión ecológica que no sea asunto de disputa, y que el desafío es construir puentes entre prácticas políticas, artísticas, científicas, religiosas, jurídicas. Porque el trabajo es abrumador, nadie tiene la verdad y habrá que hacer de la angustia un motor de transformaciones.

Manifiesto ecológico político

Bruno Latour
otros futuros posibles
$18,190
En la tradición del fulgurante Manifiesto Comunista, los autores de este libro afirman que un espectro acecha al mundo: el ecologismo. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedía hace más de un siglo, ese fantasma no convoca multitudes orgullosas detrás de eslóganes inspiradores. Las preocupaciones ecológicas el clima, la energía, el acceso al agua, la biodiversidad están en todas partes y voces de alarma nos taladran la cabeza desde hace décadas anunciando la catástrofe inminente. Pero en vez de traducirse en entusiasmo y movilización, generan angustia, vergüenza, culpabilidad, o incluso irritación frente a lo que se percibe como una ecología punitiva que objeta el crecimiento y, por eso, parece pura limitación o retroceso. Sería fácil explicar esta parálisis invocando las campañas de desinformación, el poder de los lobbies, la inercia de las mentalidades, aunque nada de eso impidió nunca que millones de activistas se lanzaran con energía a sus causas. Con gran potencia conceptual, programática y literaria, Bruno Latour y Nikolaj Schultz sostienen que la falta de reacción obedece a razones más profundas. ¿Cómo podría la ecología política pretender movilizar a las multitudes hacia adelante, fiel a las tradiciones progresistas, cuando lo que cuestiona es justamente el progreso y el imaginario de la producción a cualquier costo? ¿Cómo persuadir de un proyecto que tiene en su centro las condiciones de habitabilidad del planeta si nuestro aparato mental, moral, organizacional, jurídico, está asociado al desarrollo? Para esa tarea, llaman a constituir una nueva clase ecológica, un sujeto colectivo capaz de articular luchas hoy dispersas y dar, desde cero, la batalla cultural por la hegemonía. El enorme desafío es buscar e instalar una narrativa que, en vez de sembrar pánico y hacer bostezar de aburrimiento, configure a un horizonte común y a un futuro posible.

Nunca fuimos modernos

Bruno Latour
otros futuros posibles
$26,190

Contaminación de los ríos, embriones congelados, coronavirus, sida, agujero de ozono, robots... ¿Cómo comprender estos objetos extraños que invaden nuestro mundo? ¿Proceden de la naturaleza o de la cultura? Hasta aquí, las cosas eran simples: para los científicos, la gestión de esta división tradicional del trabajo no puede explicar la proliferación de híbridos. De ahí el sentimiento de pavor que generan y que los filósofos contemporáneos no consiguen disipar. ¿Y si hubiéramos tomado el camino errado? De hecho, nuestra sociedad moderna nunca funcionó de acuerdo a la gran división que sustenta su sistema de representación del mundo: la que opone radicalmente la naturaleza a la cultura. En la práctica, los modernos no dejaron de crear objetos híbridos, que proceden tanto de la una como de la otra y que se niegan a pensar. Nunca fuimos verdaderamente modernos, y hoy en día, para comprender nuestro mundo, hay que cuestionar ese paradigma fundador. Traducido a más de veinte lenguas, Nunca fuimos modernosrenovó profundamente los debates de la antropología porque modificó por completo la división entre naturaleza en singular y culturas en plural. Al ofrecer una alternativa al posmodernismo, Bruno Latour abrió nuevos campos de investigación y brindó a la ecología posibilidades políticas inéditas.


Cara a cara con el planeta

Bruno Latour
antropológicas
$30,490
El cambio climático es parte de la discusión pública, y la conciencia ecológica se expande como consenso social. Sin embargo, todavía estamos presos de una visión de la naturaleza que no sirve para pensar nuestro vínculo con ella: ni las miradas catastrofistas que anuncian el apocalipsis ni la idealización que simplifica el mundo natural al concebirlo casi como una divinidad new age (o como un gigante autónomo) pueden captar la novedad de un régimen que ya es imprevisible. El aire, los océanos, los glaciares, el clima, el suelo: todo lo que era la antigua naturaleza ha dejado de ser una escenografía estática tranquilizadora o atemorizante para convertirse en un actor más en el escenario y sostener una agitada relación con los humanos. En este libro ambicioso y pionero, Bruno Latour da una vuelta más a su proyecto de trazar una antropología de los modernos. ¿Cómo comprender esta Tierra que interactúa con nuestras acciones e incluso decide sobre ellas? Sólo es posible hacerlo repensando nociones clásicas de la sociología, la epistemología, la antropología y la ciencia política (mundo social/mundo natural, ciencias naturales/humanidades, ciencia/religión). Pero sobre todo, quitando grandilocuencia al tema del cambio climático, para acercarlo a una escala humana, cotidiana. En ese marco, analiza el desempeño de los diferentes actores (empresarios, científicos, ciudadanos, gobernantes), cartografía los territorios y las poblaciones en crisis, reflexiona sobre el sentido del Estado y las políticas públicas. Entre la fluidez de la palabra oral y la exploración ensayística, este libro consumación de un programa que ya lleva cuatro décadas construye un puente entre ciencia y política como única vía para entender las potencias desencadenadas por el nuevo régimen climático y rearmar nuestro propio margen de acción como criaturas terrestres.