¿Es posible que la educación llegue al debate político y ocupe la atención de los medios y la ciudadanía sólo cuando se producen huelgas docentes, hechos de violencia en las escuelas, o cuando se publican las tablas de posiciones de las pruebas internacionales que miden resultados de aprendizaje? Frente a esta lamentable constatación, los más reconocidos especialistas proponen repensar la educación superando los falsos dilemas ideológicos que reducen la discusión a supuestas posiciones progresistas o “tecnocráticas”. A las primeras, la defensa de la justicia social les impide hablar de excelencia académica y responsabilidad por los resultados; a los sectores preocupados por la eficiencia, les parece que la condición necesaria para lograrla es seleccionar y excluir a los que no acceden a los estándares definidos como metas. La educación argentina hoy revisa estas dificultades para instalar una agenda concreta de trabajo, en la que el ideal incuestionable de la inclusión no sea sinónimo de bajo nivel de exigencias. Los autores contribuyen con diagnósticos y propuestas para analizar los distintos niveles del sistema educativo (desde el inicial hasta los institutos de formación docente y el ámbito universitario), el impacto de la inversión en factores materiales (salarios, infraestructura, equipamiento) y el peso de los aspectos curriculares e institucionales así como de los valores y las representaciones en los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje. Y abordan temas espinosos pero cruciales: la crisis del nivel medio, las desigualdades regionales y territoriales que obligan a repensar la dicotomía entre políticas focalizadas o universales, el riesgo de una educación superior que apuesta a la hiperespecialización, la necesaria renovación del discurso pedagógico, la brecha entre la formación docente y lo que luego exige el desempeño de la profesión, la cultura del paro como única estrategia de lucha y el rechazo a las propuestas de profesionalización. “La urgencia del largo plazo” no es un eslogan vacío o efectista, sino el llamado a pensar medidas impostergables que impactarán en la educación del siglo XXI. Y que buscan interpelar no sólo a los gobiernos sino a todos los actores que toman decisiones: la comunidad científica, los sindicatos, las familias, las organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación, las empresas, los docentes y los propios estudiantes. Autores de este volumen: Claudia Marcela Aberbuj, Verona Batiuk, Elena Mariana Duro, Inés Dussel, Alejandro Grimson, Silvina Gvirtz, Axel Rivas, Carlos Ruta, Mónica G. Sladogna, Cora Steinberg, Esteban Torre, Alejandro Vera, Ivana Zacarías.
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