12/2017
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Cerrado por fútbol
Eduardo Galeanobiblioteca eduardo galeano
"Cuando el Mundial comenzó, en la puerta de mi casa colgué un cartel que decía: Cerrado por fútbol. Cuando lo descolgué, un mes después, yo ya había jugado sesenta y cuatro partidos, cerveza en mano, sin moverme de mi sillón preferido. Esa proeza me dejó frito, los músculos dolidos, la garganta rota; pero ya estoy sintiendo nostalgia." "Desde chico quise ser jugador de fútbol. Y fui el mejor de los mejores, pero sólo en sueños, mientras dormía. Al despertar, no bien caminaba un par de pasos y pateaba una piedrita en la vereda, ya confirmaba que el fútbol no era lo mío. Estaba visto: yo no tenía más remedio que probar algún otro oficio. Intenté varios, sin suerte, hasta que por fin empecé a escribir." Este libro reúne todos los textos que Galeano escribió sobre fútbol, la mayoría dispersos en su obra publicada, pero también varios inéditos y verdaderos hallazgos, como la crónica en la que, con sólo 23 años, llama "traidor" al Che Guevara en persona por haber adquirido en Cuba la pasión por el béisbol. Las páginas proponen un recorrido por la historia del fútbol, desde la época en que un jugador recibía una vaca por cada gol hasta el tiempo de los jugadores multimillonarios agobiados por el éxito, pasando por el relato de los diez futbolistas que se pintaron la cara de negro en solidaridad con su compañero discriminado por la hinchada; también hablan de Maradona, "el hombre que no podía vivir sin la fama que no lo dejaba vivir", y de Zidane, que en su último partido embistió a un rival y se retiró expulsado de un mundial mediocre. Eduardo Galeano creía que el fútbol expresaba "emociones colectivas", esas que generan "fiesta compartida o compartido naufragio, y existen sin dar explicaciones ni pedir disculpas". De esas pasiones habla Cerrado por fútbol.
Último round (2 tomos)
Julio CortazarEtiquetas bajo la lupa
María Claudia Degrossiciencia que ladra...serie mayor
¿Por qué si tiene envase de yogur, apariencia de yogur y sabe a yogur en la etiqueta dice "bebida láctea"? ¿Es lo mismo una hamburguesa que un medallón de carne? ¿La mayonesa light es baja en calorías? ¿Si la mermelada "no contiene azúcares agregados", es dietética? ¿Cuánto entra en una porción? Lo cierto es que toda la información para responder a estas preguntas está a la vista: en las etiquetas de los alimentos. Sin embargo, muchas veces esa información nos resulta inaccesible, oscura, confusa. Desde la denominación del producto, pasando por las grasas totales, las grasas trans, las cantidades de sodio o de potasio, las vitaminas y minerales de origen o agregados, los sulfitos y la fenilalanina... parece un universo destinado a entendidos y expertos en la materia. Por suerte, "las cazabacterias" Mariana Koppmann y María Claudia Degrossi nos ofrecen aquí las herramientas necesarias para descifrar lo que viene escrito "en difícil" en la letra chica del envase, desde las calorías hasta los ingredientes, pasando por la composición de nuestro cuerpo y de los alimentos. Etiquetas bajo la lupa nos permite entender qué alimento conviene a cada paladar, a cada edad y a cada cuerpo, y por eso es un aliado para el changuito del supermercado, la biblioteca de la cocina y la tranquilidad del consumidor. Etiquetas bajo la lupa es un libro fundamental para todos los que tenemos la costumbre de comer: para los omnívoros sin culpa, los que empiezan una dieta nueva cada lunes, los veganos, los celíacos, los deportistas o los niños. Los que tienen que cuidarse del colesterol y los que tienen que evitar la sal. Para todos nosotros, comedores conscientes que queremos saber qué nos metemos en la panza. Lectores carnívoros, lactívoros, vegetarianos o caníbales: búsquense una lupa y a conocer el mundo de las etiquetas, que el supermercado ya no volverá a ser lo mismo.
Editar desde la izquierda en América Latina
Gustavo Sorámetamorfosis