Derecho y política
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No sólo su merecido
John Braithwaitederecho y política
Una teoría de la justicia para la democracia
Carlos Ninoderecho y política
Constitucionalismo democrático
Reva Siegelderecho y política
Homo juridicus
Alain Supiotderecho y política
En este original trabajo, el especialista francés en Derecho examina la relación de la sociedad con el discurso legal, habida cuenta de que la religión y el Estado ya no aseguran los valores fundamentales y, consecuentemente, la ley funciona como el único árbitro de las relaciones humanas. Con una mirada antropológica, el autor observa el Derecho y la evolución de las leyes como un recurso por el cual, a través del sometimiento colectivo a un orden existente, los hombres construyen un sentido (compartido, además) para su propia vida. Supiot propone explicar el lazo jurídico como una estructura fundamental de toda sociedad y se pregunta: ¿La aspiración a la justicia es un dato antropológico irrefutable? Si la persona jurídica, el homo juridicus, no es un don divino, ni un hecho de la naturaleza -como pensaron los teóricos del derecho natural- sino más bien una construcción histórica y social, ésta representación jurídica postula, al menos en las sociedades occidentales, una unidad de carne y de espíritu que prohibe reducir al hombre a su ser biológico o a una simple abstracción.
La lucha por los derechos de la salud
Alicia Ely Yaminderecho y política
Feminismo inmodificado
Catharine A. Mackinnonderecho y política
Una cuestión de principios
Ronald Dworkinderecho y política
¿Es posible que en algunos casos sea correcto violar la ley? ¿Cuál es el rol de los jueces en una sociedad democrática? ¿Es legítimo que tomen decisiones basadas en convicciones políticas personales? ¿En qué medida el derecho es una cuestión de interpretación antes que de invención? ¿Puede ocurrir que no exista una respuesta para los casos difíciles? ¿Es injusto prohibir el aborto? ¿Es lo mismo justicia social que igualdad económica? En Una cuestión de principios, Ronald Dworkin indaga con audacia los problemas fundamentales de la teoría del derecho y algunos de los interrogantes políticos que más desconciertan a las democracias actuales. Con auténtica maestría, establece los alcances del igualitarismo que propone (liberal en su base, radical en sus consecuencias) en relación con aspectos clave, como las protestas sociales que desafían el derecho vigente o las áreas de intervencionismo estatal. Este libro, un clásico que no ha perdido nada de su originalidad y valor, reúne algunos de los artículos más citados del autor y que son referencia permanente en todas las discusiones relevantes de filosofía jurídica actual. Incluye su ensayo sobre el Poder Judicial como "foro de principios", su defensa de la desobediencia civil, algunos de sus primeros debates sobre interpretación constitucional, su recordada distinción entre "políticas y principios", su famoso paralelismo entre derecho y literatura, su enjundioso alegato a favor de un liberalismo igualitario, su reconocida idea sobre la "respuesta (jurídica) correcta", su embate contra el todavía vigente (y habitualmente muy conservador) análisis económico del derecho, su rechazo a la noción de que los derechos deben "balancearse" con consideraciones relativas al bien común, su pionera defensa de las acciones afirmativas -tendientes a mejorar la situación de los grupos desaventajados- y su extrema reivindicación de la libertad de expresión (que puede apoyar la crítica al poder político de turno). Primera traducción al castellano de una de las obras fundamentales del más influyente filósofo del derecho contemporáneo, Una cuestión de principios es un libro indispensable para todos aquellos interesados en tomarse el derecho en serio.
La Constitución en 2020
derecho y política
"¿Si usted tuviera la posibilidad de sugerir, para los próximos años, la modificación de algún aspecto particular de la Constitución qué cambio sugeriría, y por qué razones?" En una experiencia inédita en la Argentina, el Centro de Estudios sobre Democracia y Constitucionalismo y la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires convocó a una diversidad de especialistas a responder a esta pregunta, sometiendo a una mirada crítica a nuestra Ley Fundamental. Así nació este libro, que reúne casi cincuenta propuestas para repensar los derechos y la organización del poder que comparten dos rasgos centrales: una mirada inconformista frente al orden y la práctica constitucionales vigentes y la aspiración de un constitucionalismo más igualitario. Inspirado en las preocupaciones y en la metodología del proyecto The Constitution in 2020, iniciado por los profesores Jack Balkin y Reva Siegel en la Universidad de Yale, pero sensible a las peculiaridades de nuestro contexto y trayectoria constitucional, La Constitución en 2020 es un ejercicio de aproximación que conjetura, a partir de novedosos y variados puntos de vista de autores excelentemente formados en el derecho público, qué debería decir la Constitución del futuro acerca de cuestiones como el principio de igualdad, el derecho de propiedad privada, los derechos previsionales y la seguridad social, los derechos ambientales, la libertad de expresión, la familia, la democracia, la representación y la participación política, el presidencialismo, la organización del Poder Judicial, el derecho de los pueblos originarios, los derechos humanos y la política criminal, entre muchos otros temas.
La revolución de los derechos
Charles Eppderecho y política
¿Qué tipo de litigios son los que llegan a la Corte Suprema y pueden, por eso mismo, volver visibles ciertos temas, ampliar los derechos y las garantías e incidir en la interpretación del texto constitucional? A partir de los años sesenta, se advierte un cambio significativo en los máximos tribunales de varios países: si antes sólo accedían a ellos las corporaciones o los grandes empresarios, siempre que estaba en juego el derecho de propiedad o de contratación, en las últimas décadas esos tribunales comenzaron a admitir litigios cuyo propósito es defender o reivindicar derechos individuales como la no discriminación por género o raza, la libertad de prensa o expresión, los derechos previsionales, laborales y ambientales, el derecho de cualquier persona a un debido proceso administrativo o penal. ¿Qué hizo posible semejante "revolución de los derechos"? Charles Epp, un referente de los estudios jurídicos y políticos contemporáneos, sostiene que esta democratización del acceso a la justicia no surgió "desde arriba" sino "desde abajo": no fue el activismo judicial el principal motor del cambio, sino los movimientos de la sociedad civil, las organizaciones que se especializan en los derechos, y las políticas públicas que apuntan a financiar agencias u organismos que permitan contar con recursos para litigar a quienes carecen de ellos. Epp saca a la luz un presupuesto olvidado: para sostener una demanda se requieren recursos, y si no hay un apoyo oficial a quienes no los tienen, sólo pueden litigar los poderosos o los millonarios. Contra quienes cuestionan este proceso de transformación, porque entienden que las cortes supremas se abocan a defender los derechos individuales en detrimento de las mayorías democráticas, Epp demuestra que los derechos no son un don sino que hay que luchar por ellos, y que es la sociedad civil, por su tenacidad para sostener y canalizar reclamos de justicia, la que puede garantizar el carácter democrático de esta apertura. A partir de un estudio comparado de los sistemas de justicia de varios países, el autor logra situar las cortes y los derechos en el contexto social, político, cultural y económico de cada sociedad, para abogar por una más eficaz democratización de esos sistemas.
El derecho en América Latina
derecho y política
Las leyes, como los mapas, son representaciones simplificadas que ordenan las relaciones humanas para luego leerlas bajo un prisma legal. Para ser eficaces, tanto el cartógrafo como el jurista deben recortar algunos detalles del terreno distorsionando la realidad desde una perspectiva altamente selectiva. Cualquier mapeo de la producción y las disciplinas jurídicas en América Latina muestra que han enclavado su centro de visión en Europa y Estados Unidos. Los efectos de esta mirada subordinada son tan profundos como palpables en la práctica diaria y nos obligan a cuestionarnos: ¿cómo construir una perspectiva arraigada en nuestro entorno que, a la vez, ingrese en un diálogo cosmopolita? Y, más radicalmente, ¿qué significa pensar el derecho desde América Latina? Desde la mirada subalterna, los autores de este libro reflexionan sobre las condiciones que atraviesa la práctica jurídica, en un esfuerzo que combina el análisis sociojurídico con experiencias de seguimiento a las reformas judiciales, el funcionamiento de la justicia y los procesos de constitucionalismo social de las dos últimas décadas. En todos los casos, se trata de académicos y académicas que han acompañado la producción de ideas con el activismo por la igualdad, la democracia y los derechos humanos. En sus países, cada uno de ellos ha contribuido, además, a la creación de nuevas instituciones para la enseñanza, la investigación y la lucha por el derecho, y ahora proyecta nuevos espacios de construcción transnacional. Producto de un esfuerzo concertado por desarrollar un diagnóstico crítico e impulsar a la vez la representación del territorio jurídico desde perspectivas distintas a las dominantes, aunque sin darle la espalda al pensamiento internacional, la contracartografía que este libro propone traza un diálogo horizontal entre distintas tradiciones intelectuales y legales. El derecho en América Latina constituye, así, una fuente especialmente propicia para repensar el paradigma de análisis, enseñanza y acción legales latinoamericanos e influir, desde esa perspectiva, en el debate jurídico global.
Sentido de pertenencia en sociedades fragmentadas
Ana Sojoderecho y política
En los entramados de la globalización no es fácil conciliar universalismo e identidad, ética compartida y afirmación de la diferencia. Múltiples lógicas y demandas étnicas, de género, de generación, culturales se tensan entre sí, y las disimetrías entre el acceso a los bienes simbólicos y las privaciones del bienestar abren brechas de legitimidad que la política no logra colmar. La cohesión social definida como la dialéctica entre los mecanismos instituidos de inclusión/exclusión sociales y las percepciones y conductas de los individuos frente a la sociedad es un tema decisivo sobre el cual hay mucho para decir. Apostando contra la fragmentación social y el refugio comunitario particularista, y por la libertad y autonomía de las personas y la necesidad de valores compartidos, este libro aborda sin tapujos algunas dimensiones contemporáneas del sentido de pertenencia: ¿cómo se construye y se recrea?, ¿cómo afecta a múltiples actores y ámbitos sociales?, ¿cómo impactan en los referentes de pertenencia los renovados ritmos de modernización y globalización? El mosaico de perspectivas abarca desde el feminismo hasta las brechas entre generaciones, el posliberalismo, la tecnosociabilidad, el descentramiento cultural, el postrabajo, la oposición entre diversas reivindicaciones, el nuevo apogeo de la individuación y el retorno de la vocación universalista. Se muestra que en el sentido está la pertenencia, y que ese sentido es a la vez intensivo y elusivo.
La autoridad democrática
David Estlundderecho y política
Jorge Luis Borges escribió alguna vez que la democracia comportaba un abuso de la estadística. Al parecer, la democracia no es un sistema que resulte naturalmente digerible: ¿por qué dejar asuntos tan importantes en manos de mayorías que carecen de un conocimiento cabal para opinar sobre ellos? En el intento de responder esta pregunta, algunas teorías sostienen que el procedimiento democrático tiene un valor intrínseco, más allá de que se traduzca o no en buenas decisiones. En La autoridad democrática, David Estlund se sumerge en una apasionante reflexión sobre la justificación de la autoridad democrática, y ofrece una alternativa innovadora al postular que la legitimidad de este orden se funda, al menos en parte, en el hecho de que permite arribar a mejores soluciones en virtud de la deliberación entre iguales. El autor concede que, tal como sucede en el juicio por jurados, la autoridad y la legitimidad de las decisiones políticas no dependen de que su contenido sea bueno o correcto. Pero sostiene que es crucial el valor epistémico del procedimiento, es decir, que este sea reconocido como el que más se aproxima a una decisión adecuada. Ahora bien, si lo único que importa es tomar buenas decisiones, cabe preguntarse por qué no gobiernan los expertos, los más sabios. Estlund toma distancia de esta postura y argumenta que el superior conocimiento de unos pocos sólo puede servir como justificación política si resulta aceptable para todos los puntos de vista atendibles. Si se busca el mejor sistema político, sin duda este será democrático: un ideal regulativo que comprenda leyes y políticas autorizadas por el pueblo, que a su vez se sujeta a ellas. A partir de un razonamiento que mucho tiene de diálogo y discusión con los principales pensadores que se han ocupado del tema -como Jürgen Habermas y John Rawls-, este libro original, ambicioso y provocador es una contribución imprescindible no sólo para rebatir sofisticadas teorías académicas sino también para desmantelar muchos prejuicios comunes sobre la democracia.
El costo de los derechos
Cass Sunsteinderecho y política
Izquierda y derecho
Duncan Kennedyderecho y política
Qué esperar de la democracia
Adam Przeworskiderecho y política