Cómo habitar la tierra

Bruno Latour
otros futuros posibles
$18,690
Hoy hablamos de hongos, líquenes, ingeniería de bacterias, microbiota, inteligencia artificial. Ya no estamos en un mundo de objetos que responden a la voluntad humana, sino en uno de vivientes que se superponen con nosotros y nos generan desconcierto. ¿Son amigos o enemigos? ¿Cómo funcionan? Si el mandato de modernizar que nos trajo hasta acá buscaba cortar amarras con todo lo que parecía arcaico y proyectarnos, gracias a la ciencia, directamente al futuro, incluso hasta llegar a Marte, sabemos que esa mitología del vuelo y el dominio sobre la naturaleza quedó superada. Sin embargo, seguimos pensando con esas categorías gastadas, que ya no sirven para entender la realidad en que estamos inmersos. En este libro que es legado, autobiografía intelectual y caja de herramientas para lectores inquietos, Bruno Latour se reconoce filósofo ante todo y nos explica que la gran tarea pendiente es ecologizar en vez de modernizar. Pero ¿qué significa esto? ¿Cómo entender la cuestión ambiental, que algunos niegan y otros no consiguen metabolizar? ¿Cómo explorar esta situación inédita y evitar que la gente entre en pánico y persista la desesperación política actual? Se trata de desplazar el eje de los modos de producción y distribución de la riqueza a las condiciones terrestres, atmosféricas, que los hacen posibles. Se trata ¡por fin! de aterrizar, de poner el foco en la habitabilidad del planeta. Para salir del vértigo de la colapsología y recuperar poder de acción, Latour llama a aceptar que no hay cuestión ecológica que no sea asunto de disputa, y que el desafío es construir puentes entre prácticas políticas, artísticas, científicas, religiosas, jurídicas. Porque el trabajo es abrumador, nadie tiene la verdad y habrá que hacer de la angustia un motor de transformaciones.

Manifiesto por un arte revolucionario independiente

Andre Breton
biblioteca del pensamiento socialista
$13,390
Presentación de Michael Löwy e introducción de Horacio Tarcus En abril de 1938, André Breton, el iniciador de la aventura surrealista, llegó a México para dar una serie de conferencias. Tenía la esperanza de ver allí a León Trotski, el revolucionario de Octubre y fundador del Ejército Rojo. Por mediación de Diego Rivera se produjo ese encuentro sorprendente y desigual: Breton admiraba la fortaleza y la gesta de Trotski, mientras que este desconfiaba de las experiencias poéticas de los surrealistas. Sin embargo, el artista y el combatiente se embarcaron en un proyecto que los ocupó durante tres meses: la redacción del manifiesto “Por un arte revolucionario independiente”, un documento comunista libertario, antifascista y alérgico al estalinismo. Escrito a cuatro manos en francés y ruso, y firmado por Breton y Rivera (porque Trotski consideró conveniente ceder la autoría a un artista), el manifiesto exige para la creación en todos los órdenes un marco “anarquista de libertad individual”. Se trata de romper con el espíritu policíaco de una época asediada por totalitarismos y de habilitar la experimentación personal sin aceptar directivas ni ataduras externas. Curiosamente, en un pasaje en que se afirma que “en arte, todo está permitido”, Breton sugería agregar “salvo lo que vaya contra la revolución proletaria”, y Trotski se demostró menos dogmático que el líder del surrealismo: suprimió la frase creyendo que podía habilitar abusos. El manifiesto es, así, una proclama por la libertad ilimitada del arte respecto del Estado y los aparatos políticos. Al cuidado de Horacio Tarcus, la presente edición suma, al texto del manifiesto, una entrevista y un discurso en los que Breton rememora vívidamente el proyecto. Un prólogo de Michael Löwy traza una semblanza de ese encuentro único y se detiene en la actualidad de la proclama. En la introducción, Tarcus recupera el contexto inmediato del diálogo entre los autores –sus picnics con Rivera y Frida Kahlo, los motivos de discusión, el bloqueo de Breton y la insistencia de Trotski para que generara un primer borrador–, así como los avatares de la circulación del texto tanto en Europa como en América Latina y los Estados Unidos. Un clásico para pensar las relaciones entre arte y política, el manifiesto sigue sorprendiendo por su impronta libertaria, por sus cruces con el psicoanálisis y por la discusión, aún abierta, sobre qué arte es posible bajo las condiciones del capitalismo.

La filosofía frente al comunismo

Alain Badiou
mínima
$12,290
La filosofía frente al comunismo pone en escena la intensa labor intelectual que Alain Badiou, uno de los pensadores más destacados e influyentes de nuestra época, ha desplegado en los últimos años en torno a los problemas de la filosofía, el sujeto y la política. Entendiendo al comunismo como representación intelectual que provee una perspectiva crítica sobre las políticas existentes, el autor renueva la apuesta y explica por qué, pese a los abusos del “comunismo de Estado”, que deben repudiarse, sigue siendo necesario adoptar esta visión frente al recurrente contexto de las crisis sociales, en un arco que va del Manifiesto Comunista a la situación actual en Medio Oriente. Si el capitalismo reduce a meras categorías de consumidor y de competidor económico la noción de sujeto, que es el principal impulsor de ideas y acontecimientos nuevos, ¿qué tiene la filosofía para decir al respecto? Atento a los cambios en las expresiones políticas, estéticas y mediáticas, Badiou propone releer en clave polémica a Sartre y Lacan, decisivos para su propia formación, pero también a Lévi-Strauss, Kierkegaard, Hegel, Marx y Platón. Así, este libro ágil y provocador pasa revista a los principales debates vigentes desde la segunda mitad del siglo XX, en lo que es una formidable actualización del pensamiento filosófico, y propone intensificar los nuevos núcleos de reflexión y emancipación hacia formas de organización alternativas a la “representación” opresiva.