Pablo Semán es sociólogo y antropólogo. Sus investigaciones se han centrado en las experiencias religiosas, musicales, literarias y políticas de los sectores populares. Entre sus libros cabe mencionar Bajo continuo: exploraciones descentradas sobre cultura popular y masiva, Religiosidad popular: creencias y vida cotidiana, así como Gestionar, mezclar, habitar: claves de los emprendimientos musicales independientes (en coautoría con Guadalupe Gallo), Cumbia: nación, etnia y género en Latinoamérica (coeditado con Pablo Vila). Es investigador del Conicet y profesor del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).

Está entre nosotros

Pablo Semán
singular
$24,790
En 2023 la extrema derecha ganó el balotaje y logró lo impensado: llegar al gobierno en el país del Nunca Más. Hasta entonces, tendíamos a pensar que la Argentina estaba blindada contra los outsiders, porque la memoria de la transición democrática y la disputa entre el peronismo y la centroderecha si bien alimentaba una grieta exasperante que hacía imposible gobernar funcionaban como cerco sanitario. ¿Qué pasó? ¿De dónde salió esta derecha radicalizada que corrió el margen de lo decible y que interpela transversalmente a la sociedad, más allá de que sus militantes hayan sido, al comienzo, solo varones jóvenes? Los autores de este libro, que d esde 2019 investigan el crecimiento de los grupos libertarios, buscan captar sus particularidades sin condescendencia y sin etiquetarlos como un fenómeno exótico. A partir de un trabajo de campo que no salió a buscar libertarios sino que los encontró y supo escucharlos, en este libro se explican sus vasos comunicantes con las derechas tradicionales, así como su cuota de novedad: sostienen posiciones antiestatistas y anticasta, pero no son gorilas y se identifican con una pulsión plebeya, masiva y popular, que los lleva a disputar la batalla cultural contra lo que sienten como una hegemonía progresista mentirosa. Si Javier Milei saltó de los márgenes al centro, fue porque logró hablar el lenguaje de vastos sectores sociales que mientras la pandemia, la inflación y el internismo descarnado de la clase política los dejaban a la intemperie se hacían cargo de sí mismos, como cuentapropistas o trabajadores informales, esforzándose por salir adelante frente a la ausencia o discrecionalidad del Estado. A contrapelo de las reacciones de huida o negación, este libro es un llamado a la realidad: no se trata de clasificar a la derecha como quien completa un casillero de categorías zoológicas (fascista, autoritaria, etc.), sino de entender qué demandas, experiencias y sensibilidades heterogéneas la atraviesan, y qué responsabilidad le cabe a la política democrática si no quiere aislarse de la sociedad.

Vivir la fe

Pablo Semán
sociología y política
$26,590

Sobre la religiosidad de los sectores populares pesan varios malentendidos. Mirada desde afuera, bajo el supuesto de que vivimos en sociedades que ya no creen en ningún tipo de intervención del "más allá" en la vida cotidiana, esa religiosidad aparece asociada a ideas de superstición o ingenuidad en sus manifestaciones de estampas y rezos de tradición familiar, garajes donde se cantan canciones evangélicas, ofrendas en los altares del Gauchito Gil. Sostenido en la riqueza del acercamiento etnográfico, este libro desmiente esas imágenes cristalizadas y revela un mundo que cada vez más es importante comprender por fuera de las etiquetas. Pablo Semán se aproxima a la religiosidad popular realmente existente para mostrar cuán determinantes son sus lazos con las trayectorias familiares, las coyunturas políticas y económicas, los medios masivos y la cultura. Después de convivir con pentecostales y católicos de un barrio del Conurbano bonaerense, de acompañarlos en sus separaciones, duelos, casamientos, problemas de adicción o de desempleo, devela el núcleo más vital de su religiosidad: su visión cosmológica del mundo, su certeza de que lo sagrado no es un plano separado de la vida sino parte de ella y de que los milagros ocurrieron y pueden ocurrir en cualquier momento. Pero esta sensibilidad, común a evangélicos o pentecostales y a católicos, no es siempre igual a sí misma y va hibridándose con otras experiencias. Recuperando las historias de fieles, catequistas, curanderos, pastores y sacerdotes, jalonadas por conversiones de una religión a otra en el intento de darles sentido a sus vidas, Semán analiza cómo ese modo de experimentar la religión va mutando según las generaciones -quienes fueron jóvenes en los años sesenta o setenta confiaban más en las instituciones que los jóvenes de los noventa, por ejemplo-, según la pertenencia política y las inquietudes militantes, según los consumos culturales (como las bandas de rock o los libros de autoayuda). Así, al seguir trayectos personales muy diversos -de la casa a la calle, de la iglesia a las terapias de autosuperación, del rock a la unidad básica, del dogma cerrado a la experimentación ritual-, Vivir la fe es un aporte imprescindible para reconocer los aspectos innovadores de la religiosidad popular, esa zona de exploración, apropiaciones y revisión crítica que habla de una visión del mundo en que lo sagrado se reinventa todo el tiempo.